La bronquiolitis aguda es una enfermedad de las vías respiratorias que afecta a los bronquiolos, que son las ramificaciones últimas de los bronquios y que terminan en los alvéolos pulmonares. Esta enfermedad suele afectar a niños menores de dos años, especialmente a los más pequeños de menos de seis meses, durante los meses que van de octubre a marzo o abril. Es una enfermedad a tener en cuenta ya que constituye la primera causa de hospitalizaciones en el lactante.
¿Cuáles son las causas?
La causa de la bronquiolitis es infecciosa, siendo la mayoría de origen vírico, y el que con más frecuencia la produce es el virus respiratorio sincitial (VRS). El VRS produce el 50-75% de los casos de bronquiolitis, sobre todo en épocas de epidemia y en los casos que precisan ingreso hospitalario. La mayoría de los niños menores de dos años han sido infectados por el VRS y han presentado un cuadro de resfriado leve que no ha precisado tratamiento y se resuelve sin complicaciones. Solo un pequeño porcentaje de niños, generalmente los menores de 6 meses, presentan un cuadro de bronquiolitis. Otros agentes que pueden ser causa de bronquiolitis, aunque de forma aislada, son: los virus influenza, parainfluenza y adenovirus, y el Mycoplasma pneumoniae.
¿Qué síntomas presenta?
El cuadro comienza como un catarro de vías altas o resfriado, con estornudos, congestión nasal, tos y, en ocasiones, fiebre. Al cabo de dos o tres días, se intensifica la tos y aparecen los síntomas de obstrucción de la vía respiratoria inferior con aumento de la dificultad respiratoria, ruidos en el pecho (como pitidos), irritabilidad y rechazo de las tomas o vómitos con los accesos de tos. La duración de este proceso oscila entre una y dos semanas de media.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico se realizará por los síntomas que presenta el niño y por su exploración física. Además el pediatra, medirá la saturación de oxígeno mediante un pulsioxímetro, que es un aparato que lee la concentración de oxígeno en la sangre del niño colocando una pinza o tirita en sus dedos de la mano o del pie, lo cual ayudará a determinar la necesidad o no de ingreso hospitalario. Para conocer si el VRS es el responsable de la bronquiolitis, se pueden detectar antígenos virales en secreciones nasofaríngeas, que se obtienen por aspirado nasal.
¿Cómo se trata?
- Como la bronquiolitis se trata de una enfermedad de origen vírico, en principio, y a no ser que aparezcan complicaciones, no se indica tratamiento antibiótico.
- En algunas casos se indica tratamiento con fármacos por vía inhalatoria, nebulizados o en cámara, para ayudar a abrir las vías respiratorias, aunque dependerá de la decisión de su médico ya que no todos los lactantes con bronquiolitis responden a estos tratamientos.
- Algunos niños precisarán ingreso hospitalario para administrar oxígeno o bien para recibir líquidos.
- En bronquiolitis muy graves puede ser necesario conectar al bebé a un respirador hasta que empiece a mejorar.
En casa debes seguir estas recomendaciones:
- Mantén al niño adecuadamente hidratado. Seguramente le va a costar más comer porque se cansa y no tiene apetito. Fracciona las tomas, es decir, dale menos cantidad en cada toma pero de forma más frecuente.
- Evita la exposición del niño al humo del tabaco.
- Mantén en casa un ambiente de humedad adecuado.
- Ponerlo en posición semiincorporada y boca arriba para dormir.
- Mantener sus fosas nasales bien despejadas, realizando lavados nasales si precisa, sobre todo antes de las tomas.
- Si tiene fiebre, dale el antitérmico que te haya indicado tu médico.
¿Cómo prevenirla?
El contagio de la bronquiolitis se produce a través del contacto con partículas aéreas, con secreciones y superficies contaminadas, por tanto las medidas higiénicas son fundamentales para su prevención y control.
- Adecuado lavado de manos.
- Evitar tabaquismo pasivo.
- Evitar el contacto con personas enfermas.
- Evitar el contagio a través de hermanos en edad escolar.
La lactancia materna prolongada puede actuar como un factor protector.
Los niños con bronquiolitis son contagiosos de cinco a ocho días tras iniciar los síntomas, por lo que no deberían acudir al colegio o guardería hasta entonces, siempre que el niño haya recuperado su nivel de actividad normal.
Actualmente no existe ninguna vacuna frente a la bronquiolitis por VRS, aunque se dispone de un medicamento de uso hospitalario que se administra en aquellos pacientes que tienen un mayor riesgo de padecer bronquiolitis muy graves, como los grandes prematuros, niños con patología cardiaca o pulmonar crónica.
¿Cuándo consultar con el pediatra?
- El niño tiene dificultad para respirar tras llevar 2 ó 3 días acatarrado.
- Tiene una tos muy intensa o que empeora.
- Rechazo de la alimentación.
- Está más somnoliento de lo habitual.
¿Qué relación existe entre la bronquiolitis y el asma?
La relación entre la bronquiolitis por VRS y el desarrollo de asma en edades posteriores es un tema muy debatido. Se ha constatado que un amplio número de los niños menores de un año (40-70%) que han tenido una bronquiolitis por VRS, pueden tener episodios de sibilancias o bronquitis en los siguientes tres o cuatro años de vida. Esto no significa que vayan a ser asmáticos, solamente aquellos con factores genéticos (antecedentes familiares y personales de atopia) y ambientales van a desarrollar asma.
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ENLACES RECOMENDADOS
- Bronquiolitis, bronquitis y asma bronquial.
- Bronquiolitis en niños y bebés.