Ya estamos en septiembre, comienza un nuevo curso escolar y debemos elegir las actividades extraescolares de nuestros hijos entre un sinfín de ellas ¿por cual nos decantamos?
En este artículo hablamos de...
La difícil tarea de elegir las actividades extraescolares
Desde las actividades deportivas en equipo (baloncesto, fútbol, balonmano,…) o individuales (natación, esquí,…), música (piano, violín, guitarra,…), teatro, bailes, ballet, idiomas, manualidades hasta la informática, por poner algunos ejemplos ,tenemos un montón de alternativas que sirven de aprendizaje y diversión para los más pequeños.
Antes por decidirnos por cualquiera de las múltiples posibilidades que tenemos, lo más importante es contar con la opinión del niño. Obligarlo a realizar cualquier actividad puede ser contraproducente, por lo que habrá que tener en cuenta los deseos de los niños y su forma de ser.
Las actividades extraescolares pueden ser una oportunidad para desarrollar capacidades o habilidades, trabajar sus puntos débiles, descubrir intereses, sociabilizar y aprender a trabajar en equipo, fomentar su creatividad o simplemente divertirse.
Por lo que, contando con los intereses, motivación y personalidad del niño, podremos ir descartando posibilidades y acercándonos a la decisión adecuada. Por ejemplo apuntar a un niño tímido a una actividad extraescolar grupal puede ayudar a su socialización (siempre que ésta le resulte motivante), un pequeño movido puede desahogarse con una actividad deportiva o uno obeso beneficiarse con la misma, etc.
Foto por Flavio vía Flickr
A veces, aunque se haya tenido en cuenta la opinión del niño, la actividad que se ha elegido no le gusta y no quiere continuar asistiendo. En estos casos habrá que hablar con el niño para ver los motivos. Si es al inicio de la actividad, quizá habrá que esperar un par de semanas para ver si se adapta, pero sí no es así, no es bueno obligarlo a continuar. En otras ocasiones, puede ser que tenga problemas con algún niño, en estos casos habría que hablar con el profesor, para que le ayude a adaptarse. Si simplemente no le gusta la actividad, lo mejor es buscarle otra en la que esté más cómodo y motivado.
Si al pequeño le gusta la actividad que ha elegido y acude motivado, hay que exigirle respetar los horarios y acudir siempre con puntualidad (aunque haya en ocasiones que no le apetezca porque esté haciendo algo más divertido, o esté cansado,…) Así le enseñaremos a ser responsable y respetuoso con los demás.
Por otro lado, es fundamental conocer la forma en que se va a impartir la actividad a la que queremos apuntar al niño, ya que puede marcar la diferencia entre que el niño vaya contento o no. Lo ideal, es que, sea cual sea la actividad, se haga de forma lúdica y divertida y evitar profesores demasiado estrictos.
Como estamos viendo realizar alguna actividad lúdica fuera del horario escolar puede ser beneficioso para el niño pero es importante no abusar de ellas, ya que para el niño es necesario disponer de un tiempo diario de unas dos horas para jugar de forma no dirigida, ver la tele, leer o hacer simplemente lo que le apetezca. Y es que puede llegar a ser muy estresante para el niño realizar a diario varias actividades extraescolares, que se suman a las horas pasadas en el colegio y a los deberes que tiene que realizar. El estrés se puede manifestar en irritabilidad, cansancio, falta de apetito, insomnio, dolor de cabeza y falta de rendimiento escolar, entre otros síntomas. Por lo que tener un horario razonable será básico para su salud física y emocional.
Cómo veis son muchas las cosas que tenemos que tener en cuenta antes de tomar una decisión, pero tampoco pasa nada si nos equivocamos y tenemos que rectificar. Lo importante es que los niños pasen un rato agradable, mientras aprenden o realizan un deporte.