Si tu hijo tiene algún problema específico, si el especialista te ha dicho que sería bueno hacer ejercicios para prevenir alguna dificultad potencial, o si simplemente quieres disfrutar de juegos con tu pequeño observando sus avances, te interesará conocer como estimular a un bebé de 3 y 4 meses de vida.
Cada bebé es distinto, con una personalidad y un ritmo de desarrollo diferente, pero para todos ellos es fundamental establecer una relación y un vínculo positivo con sus padres para tener un desarrollo físico, emocional y social adecuado.
También es importante que el bebé interaccione con objetos, personas y, en general, con su entorno de manera variada y fluida, pero no todos los niños necesitan realizar una estimulación específica para tener un desarrollo adecuado, ya que con las actividades habituales que se producen en su entorno suele ser suficiente para que se vayan adquiriendo los distintos aprendizajes. Pero, aunque no siempre sea imprescindible, a muchas familias les encanta interaccionar estimulando a sus bebés para ir observando los progresos que se producen en su desarrollo y ser partícipes de ello.
Además, en algunos casos en los que los bebés ya tienen algún problema concreto, o si el especialista cree que existen posibilidades de que se produzca alguna dificultad en el futuro, la estimulación precoz se hace indispensable para un mejor desarrollo del niño.
En este artículo hablamos de...
Como estimular a un bebé de 3 y 4 meses: los sentidos
La vista
Los niños de esta edad ya reconocen el rostro y manos de sus padres, además se interesan por los objetos que tienen a su alrededor siguiéndolos con la vista.
Un ejercicio que se puede realizar con un bebé de esta edad es tumbarlo de lado de cara a un juguete o frente a nosotros haciéndole gracias y mover el juguete o nuestro rostro formando un arco hacia el otro lado, intentando no interrumpir el contacto visual y asegurándonos que el niño nos sigue con el cuerpo y la mirada. Si lo hace, se puede probar con otros juegos, si no se puede practicar durante varios días hasta que lo consiga.
El oído
El bebé ya se interesa por los sonidos de su entorno, sobre todo por las voces de las personas, especialmente de sus padres.
Una actividad que se puede realizar es: teniendo al bebé boca arriba producir un sonido con un sonajero, campanilla,.. a un metro pero fuera de su vista para ver si vuelve la cabeza hacia el sonido. Si no lo hace se le puede sujetar la cabeza con suavidad en dirección al sonido. Si lo va consiguiendo, se puede ir alejando, poco a poco, cada vez más el objeto hasta una distancia de dos metros.
El tacto
Los masajes, las caricias, los abrazos y besos son fundamentales para establecer un vínculo sano y positivo para el niño. Así que aprovecharemos todas las situaciones posibles para expresar nuestro afecto al bebé de esa manera.
Estimulando el lenguaje
El bebé de esta edad ya suele reconocer la voz de sus padres y se interesa por los sonidos de su entorno. Es bueno que le hablemos de lo que pasa a su alrededor y que le cantemos canciones.
Además el bebé ya hace gorgoritos, cloquea y ríe. Se puede jugar con él repitiendo los sonidos que él acaba de hacer y prestando atención cuando los emite.
Los paseos son muy recomendables, ya que el bebé puede recibir múltiples estímulos de todo tipo. Además suelen ser situaciones muy placenteras para los más pequeños.
Los niños pueden empezar a extrañar a las personas que no conocer y ponerse serios con ellas.
Por otro lado, empiezan a disfrutar mucho de los juegos de interacción con sus padres o figuras más cercanas como: el cucu-tas (o el “escondite”) tapándose la cara el papá con un pañuelo diciendo ¿donde está papá? y luego destapándose o haciendo lo mismo pero tapando al bebé y preguntando por él, para luego destaparle.
Estimulando su motricidad
A esa edad les suele gustar mucho estar en la posición de sentado apoyados en una almohada, ya que así pueden observar lo que ocurre a su alrededor con más claridad.
Suelen poder presionar con sus manos los objetos que se le colocan allí (si son sencillos de sujetar) y se los llevan a la boca. Es su forma de explorar y es positivo poner a su disposición sonajeros y otras cosas que no sean peligrosas para que pueda experimentar.También se pueden hacer distintos ejercicios con juguetes atractivos para que estando el niño tumbado se de la vuelta para cogerlos.
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Foto cortesía de Arthur Neto vía Flickr