Foto: lavados nasales vía Shutterstock
Con la llegada del frio, la lluvia y la vuelta al cole, llegan los primeros catarros y la “pesadilla” de los mocos para los padres.
Teniendo en cuenta que los niños respiran por la nariz los primeros 6 meses de vida y que los orificios nasales son muy pequeños debemos realizar lavados nasales para que puedan respirar bien siempre que haya moco.
El principal problema de los bebes es que tosen muy flojito y no saben sonarse, así que las secreciones se quedan continuamente en la garganta o en vías altas (nariz y garganta).
En este artículo hablamos de...
¿Cuándo?
- Antes de comer y dormir: uno de los principales síntomas de problemas respiratorios es que empiezan a comer menos, así que si limpiamos la nariz, el niño no tendrá la sensación que se ahoga al tener la boca cerrada y al tragar porque la nariz la tiene despejada.
Y antes de dormir porque muchas veces se despiertan por la noche tosiendo de la cantidad de mocos que tienen.
- Antes de darle la medicación, si el pediatra ha recomendado medicación inhalada, como el ventolín o budesonida, primero habrá que lavarle la nariz, para que respire más cantidad de medicación.
¿Qué podemos utilizar?
Las monodosis de suero, el rhinomer o spray nasal o una jeringuilla con suero.
El problema de los sprays nasales es que no sabemos que cantidad de suero estamos metiendo al niño.
Las monodosis no llevan presión.
Yo prefiero realizar el lavado con una jeringuilla porque podemos aprovechar la fuerza de ésta y con la presión saldrán más mocos y además sabemos la cantidad de suero que estamos metiendo en la nariz del niño.
Cómo hacer lavados nasales a bebés
Existen mil maneras de hacer el lavado nasal, tumbado, de lado, sentado, boca abajo, a cada padre le han explicado una manera distinta de hacer el lavado.
Sobretodo se suelen hacer de dos maneras o tumbado boca arriba o sentado.
Tumbado boca arriba, con la cabeza del niño ladeada y se mete suero en el orificio de arriba, podemos cerrar la boca o poner el chupete para que salga disparado por el otro lado o el niño se trague el moco.
Sentados con la espalda del niño bien apoyada en nuestra tripa inclino la cabeza hacia el lado izquierdo y voy a meter el suero por el agujero derecho de la nariz y cierro la boca así dejo sólo un camino al moco para que salga, o sale disparado por la nariz o se lo traga y a veces va a la boca y lo podemos retirar con una gasa.
Lo importante es que el moco se mueva para que puedan respirar mejor.
Por mi experiencia lo importante es ladear la cabeza del niño para que el suero pueda salir por el otro agujero de la nariz, al utilizar la presión de la jeringuilla el moco va a salir disparado.
Si el niño se traga el suero y el moco, no pasa nada, lo expulsará por la caca.
Si tose o estornuda después del lavado es normal.
En cuanto el niño aprenda a sonarse no habrá que hacer lavados nasales.
¿Es bueno aspirar las secreciones?
Si el moco ha salido o notamos que el niño hace menos ruido al respirar no hay que aspirar. La presión que se crea en la nariz es desagradable y seca la mucosa por eso no hay que aspirar de forma sistemática, solo cuando notemos que sigue habiendo moco.
Una vez que el niño no tenga moco no tenemos porque realizar un lavado nasal al día, nosotros no nos sonamos la nariz cunado estamos bien.
¿Cuántos lavados nasales podemos realizar al día?
Podemos realizar los lavados nasales que queramos al día no hay ninguna contraindicación, siempre que notemos que el niño empieza a hacer ruido con la garganta (se nota como el moco está subiendo y bajando) o que notemos que se les caen los mocos (todo el día con las velas puestas), está indicado.
Si tienes alguna duda puedes consultar a Pilar Raga en www.fisioterapiarespiratoriaymas.com