Cuando después de insistir miles de veces en que recojan las cosas o su habitación o los juguetes de turno, nos comienza a ganar la partida la desesperación y el desánimo, es cuando debemos de analizar que a lo mejor no estamos utilizando los métodos adecuados para conseguir que los niños desordenados recojan y ordenen. El recoger y el ser ordenado es un hábito, y como tal, debe ser inculcado y enseñado desde bien pequeños. Tal y como hacemos con otros hábitos en los niños pequeños como puede ser los horarios, el lavarse los dientes, la higiene, etc. El orden y la organización trae consigo muchos beneficios, no solo para ellos, sino para todos los que le rodean:
– Tener una casa ordenada y limpia, con nuestras cosas en su sitio, evita complicaciones como accidentes, enfermedades (ácaros…), pérdidas de objetos y demás.
– Cuando los niños aun son pequeños, el orden de las cosas les va a servir de gran ayuda para poder orientarse y reconocer mejor los distintos espacios de la casa, dónde se juega, dónde se come…
– Educar a un menor a ordenar las cosas, le va a suponer un beneficio incalculable para que en el futuro sea una persona ordenada a nivel material, a nivel social, a nivel sentimental, a nivel intelectual, a nivel laboral… srgpicker via Compfight
Nadie tiene la llave maestra, ya que cada niño y las circunstancias de cada casa y familia son distintas, pero vamos a ver una serie de consejos que nos pueden venir muy bien y que pueden ayudarnos en la tarea de conseguir que nuestro hijo sea más ordenado.
En este artículo hablamos de...
Consejos ante los niños desordenados
1. Lo principal para conseguir que los niños adquieran este hábito es predicar con el ejemplo. Difícilmente podremos exigirles nada a los niños si nosotros mismos no somos ordenados, por lo que el primer paso que debemos dar es tener orden en nuestras propias cosas y en los elementos de la casa.
2. Cuando los niños son muy pequeños aún, no podemos exigirles más de lo que su madurez puede dar. Habrá que ponérselo sencillo y enseñarle a guardar las cosas en lugares grandes y de fácil acceso, ayudándolos hasta que poco a poco vayan cogiendo la rutina, diciéndolos donde deben colocar las cosas, cómo colocarlas, etc., para que de esa forma las puedan encontrar en el mismo sitio al día siguiente.
3. Debemos procurar no utilizar el acto de recoger como un castigo o como algo negativo, ya que de esa forma, difícilmente cogerán el hábito, ya que siempre lo asociarán a algo negativo. Podemos convertir el recoger en un momento familiar, donde se puede cantar e incluso hacer algún juego en la recogida.
4. Debemos transmitirles la importancia de cuidar las cosas y las pertenencias, no de reemplazarlas por otras cuando se rompan o se deterioren yendo a comprar unas nuevas, así como la importancia del orden, no solo en lo material, si no en los horarios, en la forma de actuar y comportarse; el orden es algo que les servirá para el resto de sus vidas.
5. Un muy buen truco y que suele ayudar a que cojan el hábito del orden, es colocar la tarea de recoger justo antes de que vayan a comenzar otra tarea que les agrada. Cuanto más tarden en recoger y organizar, más tardarán en disfrutar de la otra tarea, y les enseñaremos a ser algo más responsables.
6. Cuando se niegue lo mejor que podemos hacer es NADA. La extinción es uno de los mejores métodos para corregir una conducta inadecuada. Pero siempre debemos tener en cuenta la edad del peque. Si con la edad que tiene ya sabe lo que debe hacer y cuáles son las razones de hacerlo y aun así se niega, ignoramos su conducta y esperamos pacientemente a que comprenda que no le queda otra opción. Ignorarle significa no prestarle atención, seguir haciendo vuestras cosas hasta que se decida a hacerlo. Y sí, por desgracia si se niega y se pone rebelde, las primeras veces podemos estar esperando hasta más de una hora. Ejercitad vuestra paciencia, y sed más listos que él, ganadle la partida y aguantad. Pueden ser varios días pero luego se acostumbra y lo hace. Si os doblega, sabrá que puede hacerlo en muchas otras cuestiones. A lo mejor es preferible que uno o dos días duerma una hora menos, si esto nos ayuda a conseguirlo. No es cuestión de que esto sea una pelea, todo con tranquilidad, sin gritos ni subidas de tono, se trata de EDUCAR, y nadie nos dijo que esto fuera sencillo. Hay que ser constante y coherente para que funcione.
7. Cuando nuestros hijos tienen cada uno 38 juguetes, 3 consolas, tv con DVD en su cuarto… va a ser complicado conseguir que sean ordenados y que adquieran el hábito de recoger y ordenar. No es conveniente ni adecuado para su educación que tengan miles de cosas, ya que así no aprenden a valorarlas ni a cuidarlas.
8. El orden y el que adquieran un hábito de ser ordenados, no se refiere exclusivamente a las cosas y aspectos materiales de su entorno, también a tener un orden en el tiempo: las rutinas. Así saben que después de la merienda pueden jugar, después de jugar hay que ordenar, luego a cenar… esto les ayuda a predecir lo que va a pasar a continuación. Esto les ayuda a tener seguridad, estabilidad y mejora de su autoestima.