¿Tu hijo tiene dislexia y te gustaría ayudarle desde casa?. En este artículo daremos algunas recomendaciones para que los padres de niños con dislexia afronten mejor este reto.
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En este artículo hablamos de...
¿Qué es la dislexia?
La dislexia es un trastorno de la adquisición y consolidación de la lectura y escritura,que influye el en rendimiento escolar y como consecuencia de ello en el desarrollo emocional y social del niño.
Otras características de la dislexia en niños
Además hay que destacar algunas características de la dislexia menos conocidas pero que influyen de forma importante en estos niños:
- Presentan un rendimiento desigual en las tareas (tienen momentos y días buenos y otros no tanto).
- No presentan siempre los mismos errores.
- Tienen dificultad en aprender series, secuencias y tablas como la de multiplicar.
- Es común que eviten leer o realizar otras tareas en las que fallan, ya que esto les produce ansiedad.
- No son hábiles a la hora de interpretar los comportamientos de los demás.
- A menudo son impulsivos y con baja tolerancia a la frustración.
¿En qué se traduce todo esto?
Cuando los padres y profesores desconocen que el niño presenta una dislexia es habitual que se le catalogue de vago. El niño presenta un rendimiento desigual, errores diferentes cada vez , evita leer al toda costa y es común que los adultos interpreten que no se esfuerza lo suficiente y que cuando quiere, lo hace bien. La realidad suele ser bien distinta ya que el niño a pesar de sus esfuerzos fracasa en sus tareas.
Todo esto repercute en su autoestima y en su autoconcepto, sumándose a todo esto sus dificultades de interpretar algunas “señales” sociales.
También son comunes la impulsividad y la baja tolerancia a la frustración de estos niños que en ocasiones conllevan problemas de comportamiento.
Consejos para actuar mejor desde casa
1. Proporcionar apoyo emocional
Es bueno hablar con el niño de su dificultad, explicándole sus dudas y escuchando su opinión y cómo ve él el problema.
Es importante escuchar al niño en todo lo que nos tenga que contar, haciéndole preguntas, pidiéndole aclaraciones, en resumen, interesarnos por lo que les pasa.
Hay que dejarle claro al niño que se le entiende, que se está ahí para echarle una mano y que le se le quiere independientemente de sus resultados académicos. Y demostrar que se confía en él y que, aunque le requiera más esfuerzo, puede superar sus dificultades.
Hay que hacerle saber que se le quiere a pesar de que se le corrija cuando su comportamiento es inadecuado.
2. Ayudarle a mejorar su autoestima
Es importante ayudar al niño a descubrir en que actividades destaca, cuáles son sus puntos fuertes.
Mandarle tareas que sabemos que puede acabar con éxito y felicitarle cuando lo haga bien.
Siempre partir de lo que el niño sabe hacer y si es posible intentar que se apoye en sus puntos fuertes a la hora de realizar tareas que le cuestan.
Intentar no presionarle ni hacerle comentarios negativos.
Cambiar el vocabulario a la hora de hablar con el niño “un problema” sería “un reto” y un “deberías” sería “la próxima vez”.
3. Intentar fomentar un hábito lector
Para fomentar un hábito lector se pueden realizar distintas cosas de forma indirecta pero nunca obligar al niño a leer.
Es fundamental ser modelos de lo que queremos que haga, que el niño nos vea leer libros, revistas… disfrutando.
Sería bueno leerle los adultos en voz alta a diario libros, historias que le interesen y le gusten explicándole el significado de las palabras nuevas y facilitando la comprensión de las partes en las que muestra dificultades.
Se le puede proponer, no obligar, leer ciertas partes del texto y respetar su decisión de hacerlo o no, sin más comentarios. Si se anima a hacerlo sería bueno reforzar sus esfuerzos y ser paciente con su ritmo lector, es mejor que lea detenidamente las palabras a que las adivine.
4. Desarrollar la conciencia fonológica
Puede ser de ayuda practicar algunos juegos que ayudan a desarrollar la conciencia fonológica como el veo-veo, el dominó de letras, crucigramas, palabras encadenadas…
5. Ayudar al niño a organizar sus actividades y tareas
Se le pueden enseñar al niño estrategias que le ayuden a estructurar su ambiente ( ordenar su cuarto, etc. ) utilizando listas, agendas, fotos y apoyos visuales.
Nos puede ayudar a mejorar su rendimiento eliminar todas las distracciones en su sitio de estudio.
Otra cosa cosa fundamental es establecer rutinas y utilizar apoyos que ayuden a organizar y manejar el tiempo: calendarios, agendas, listados de tareas por hacer, etc. En estos instrumentos se anotarán los exámenes, los trabajos que hay que entregar.
Dejar que el niño use, si le sirve de ayuda, todos los medios técnicos que necesite como el ordenador, una grabadora o una calculadora
6. Mantener relación con el colegio
Además es importante que estar en constante contacto con el colegio y trabajar estrechamente con los profesionales.