Los seres humanos vivimos en un entorno y tenemos que tener en cuenta que su estado nos afecta directamente en nuestra salud y bienestar, por eso es importante que inculquemos a nuestros hijos el respeto a la naturaleza, así contribuiremos a dejarles un mejor legado.
En este artículo hablamos de...
Actuar como modelo
Los padres siempre debemos actuar como modelo, ya que los niños imitan lo que ven a sus mayores. Si los mayores actuamos respetando nuestro entorno y a todos los seres vivos, es muy probable que los niños lo hagan también.
Cuidar de nuestro entorno más cercano
Desde muy pequeños, hay que enseñar a los niños a cuidar del entorno que los rodea: tirar los papeles a la papelera, cuidar los bancos y columpios, no pintar las paredes,…, en definitiva, a ser buenos ciudadanos.
Hablar de la necesidad del respeto a la naturaleza
Hay que aprovechar cualquier situación de la vida cotidiana para hablar a los niños de la necesidad de cuidar la naturaleza. Así ,cuando en la televisión, aparezca una noticia sobre un incendio, la contaminación de la ciudad o un petrolero que se hunde, habrá que explicarles que es una terrible noticia y las consecuencias que eso tiene, a la vez que podemos hablar de acciones que pueden ayudar a prevenir esos hechos.
Respetar a los seres vivos
Respetar a cualquier animal o planta evitando lastimarlos, cuidar a mascotas o plantas es un inmejorable aprendizaje para los más pequeños. Respetar a los animales o plantas es tener en cuenta sus necesidades y tomar las medidas necesarias para no dañar su entorno.
Reciclar
Una buena práctica es reciclar los deshechos, por lo que los niños pueden contribuir a separar la basura y llevarla a sus contenedores específicos. Además de no favorecer prácticas consumistas de usar y tirar, acostumbrándolos a que también se pueden reparar las cosas que se estropean y no tener que comprar siempre algo nuevo, usar ropa y juguetes heredados o reutilizar el papel usado.
Limitar los consumos
Adquirir hábitos de ahorro de energía como apagar las luces o aparatos eléctricos y limitar los consumos de agua, cerrando los grifos mientras nos cepillamos los dientes o ducharnos en vez de bañarnos, además de reducir nuestras facturas, contribuirá a cuidar del planeta y así se lo podemos transmitir a nuestros pequeños.
Evitar la contaminación
Tomar medidas como utilizar más el transporte público, desplazarse en bicicleta o caminar; evitar utilizar productos tóxicos, o demasiadas bolsas o envases y decirles a los más pequeños que así estamos contribuyendo a no contaminar tanto el planeta.
Favorecer el contacto con la naturaleza
Llevar de excursión a los niños al campo, pasear por parques o jardines y explorar paisajes naturales, además de divertido, es una buena forma de inculcar a los niños el amor a la naturaleza.
Cuidar nuestro mundo es una responsabilidad de todos, por eso es importante que no dejemos sólo en manos del colegio o de otras instituciones la educación de los niños de este valor fundamental.