A muchos padres nos gustaría que nuestros hijos pasaran un rato leyendo en vez de estar todo el día enganchados a la tele o a los videojuegos y en este empeño hacemos que incluso se produzca el efecto contrario al deseado, que el niño aborrezca o le parezca aburrida la lectura.Y es que, obligar al niño a leer, hacerle preguntas después sobre lo que ha leído como si fueran deberes del colegio, no dejarle elegir sus lecturas o reñirle por estar viendo la tele en vez de leer un libro, pueden hacer que el niño asocie la lectura a otra tarea escolar o a algo aburrido.
En este artículo vamos a ver algunas de las cosas que podemos hacer para fomentar la lectura infantil y para que la vean como una actividad entretenida y placentera.
Foto por Tim Pierce vía Flickr
En este artículo hablamos de...
- 1 Cuando los niños todavía no saben leer
- 2 Cuando los niños ya leen
- 2.1 1. Ser un modelo para el niño
- 2.2 2. La tele como aliada
- 2.3 3. No imponer la lectura
- 2.4 4. Respetar sus preferencias y su ritmo
- 2.5 5. Proporcionar oportunidades de lectura
- 2.6 6. Compartir con ellos la lectura
- 2.7 7. Ser constantes
- 2.8 8. Ayudarle a organizarse
- 2.9 9.Responder sus preguntas
- 2.10 Si te gusta ¡COMPÁRTELO!
Cuando los niños todavía no saben leer
Una de las cosas esenciales que se pueden hacer para despertar un interés en la lectura es leer al niño cuentos en voz alta a diario. Esto además hará que su lenguaje se vuelva más rico y expresivo. Para hacer esta actividad más divertida se pueden utilizar, en ocasiones, marionetas, leerle textos distintos como adivinanzas, trabalenguas, poesías, etc.
Aunque el niño todavía no sepa leer se puede jugar a qué sea él el que «lea», viendo las ilustraciones o contando cuentos que ya conoce. Por supuesto siempre hay que alabar el resultado de su narración (aunque no tenga nada que ver con la historia).
Y es importante prestar toda nuestra atención a las preguntas que el niño haga sobre la lectura y siempre respetar sus preferencias.
Cuando los niños ya leen
1. Ser un modelo para el niño
Los padres somos un ejemplo a imitar para nuestros niños. Si nos ven leer y disfrutar haciéndolo será más fácil que cojan un libro para pasar un rato agradable. Lo que no podemos pretender es pasar nosotros un montón de horas viendo la tele y decirle a nuestro hijo que no haga eso.
2. La tele como aliada
Si al niño lo que le gusta de verdad es ver la tele, se pueden buscar lecturas relacionadas con sus películas o dibujos favoritos lo que hará que por lo menos se muestre interesado.
3. No imponer la lectura
Para fomentar que la lectura sea una actividad agradable y de elección para el niño, se le puede proponer que lea, pero nunca obligarle a hacerlo.
4. Respetar sus preferencias y su ritmo
Para que el niño adquiera un hábito es fundamental que se tengan en cuenta sus intereses y preferencias a la hora de adquirir un libro o cogerlo de la biblioteca. No es malo que el niño escoja un comic o libros con muchas ilustraciones y poco texto, lo importante es que se vaya interesando por la literatura en cualquiera de sus facetas.
También se debe respetar su manera de leer y su ritmo. Hay lectores que tardan mucho tiempo en terminar un libro y otros que lo devoran, a otros les gustan las novedades y a otros por el contrario releer,… Tener consideración por las peculiaridades de nuestro hijo ayudará en este proceso.
5. Proporcionar oportunidades de lectura
Si queremos que el niño lea, tenemos que tener libros a su alcance. Se pueden tener en casa, o acudir de forma regular a la biblioteca. Entrar en librerías y ver las novedades es otra ayuda, aunque no siempre es necesario comprar, esto puede servir para hablar de un autor o de un tema que le interesó y luego acudir a la biblioteca.
6. Compartir con ellos la lectura
El que los padres leamos con el niño, es una gran motivación para ellos. Leerles en voz alta con ellos, cuando ya sabe leer, o hablar sobre libros puede aumentar su interés por la lectura. El comentar una novela que se está leyendo, el interés que tiene o no, el tema del que trata, … extiende la actividad lectora y mejora la comunicación, a la vez que se transmiten nuevos conocimientos al niño.
7. Ser constantes
Cada día hay que buscar un momento para leer intentando que éste sea agradable y relajado.
8. Ayudarle a organizarse
Ayudarle a organizar su tiempo para tener un rato para leer o acudir a la biblioteca es importante. Pero ayudar no significa imponer una organización y hacer de la lectura una obligación, sino apoyar su intención de tener un rato para hacerlo y enseñarle cómo.
9.Responder sus preguntas
Resolver sus dudas sobre algunas cuestiones que aparecen en los libros que leen, como palabras que no entienden o temas que les resultan extraños o de interés, ayudará a que su interés continúe. También es importante enseñarle como puede conseguir él mismo información nueva sobre un autor, un libro,el significado de una palabra o dónde encontrar un libro determinado. Para ello se le puede entrenar en la búsqueda a través de internet, del ordenador de una biblioteca, en un diccionario, etc.
A través de estos consejos o actividades indirectas podremos aumentar el interés y fomentar el hábito a la lectura de nuestros hijos.