El pasado mes de agosto, la FUNDACION ABRACADABRA recibió un email que decía lo siguiente:
“Mi nombre es María; soy la mamá de una pequeña que estaba ingresada en el hospital Ramón y Cajal el 29 de junio de 2010. Ese mismo día actuabais en la planta de Oncología, y una enfermera bajó hasta nuestra planta de Cardiología y nos recogió para que mi niña disfrutara del mago. Subimos y fue estupendo, y a ella le encantó. Mi niña, Verónica, tenía 3 añitos y medio y, tras la operación que le hicieron al día siguiente, falleció. Y yo quería agradecerles que, en su último día, le hiciérais olvidar que estaba hospitalizada y le sacarais muchas sonrisas. Gracias”.
Todos cuantos formamos la FUNDACIÓN ABRACADABRA (magos, patronos, colaboradores, amigos, etc…) trabajamos para darle algún sentido al dolor de María. Y cuando pedimos favores o dinero (y llegamos a ponernos muy pesados) lo hacemos con la convicción de que quienes se ven forzados a estar en los Hospitales, tanto los pacientes como sus familiares, necesitan la Magia por encima de todas las cosas: para no perder la esperanza, para luchar, para seguir adelante cuando fallan las fuerzas, para mantener la sonrisa en la cara cuando el corazón llora y para encontrar un poco de consuelo cuando ya todo está perdido. Un mago, una broma, un pañuelo, unas manos, una caja, una varita, unas cartas, unas palabras, quizás una chistera, y hasta un conejo…Verónica ríe; y su madre, María, olvida por un rato las horas de espera, la angustia, el miedo…
Pero la Magia con mayúsculas, esa que nace de la Solidaridad, de la generosidad y la ayuda de las personas buenas y las empresas mejores, no sólo la necesitan quienes sufren la enfermedad, la soledad, la discapacidad… También es vital en una sociedad cada vez más egoísta e interesada para la que todo vale y nada importa. Las sonrisas de Verónica y el consuelo de María son el mejor premio para la FUNDACIÓN ABRACADABRA. Pero no serían posibles sin las aportaciones de esas empresas que saben lo que de verdad importa.
El recuerdo emocionado de Verónica y nuestra admiración hacia su madre, que sacó fuerzas de donde no tenía para mostrar su gratitud a la FUNDACIÓN ABRACADABRA, nos obligan a seguir trabajando más y mejor, y a expresar en alto y desde este artículo nuestro agradecimiento a las personas y empresas que nos apoyan incondicionalmente, que saben que ese dinero, llega, y llega hasta el fondo de muchos corazones. .