Las TICs no son más que las siglas que describen las nuevas tecnologías de la información y la educación. Hacen referencia a todo ese mundo tecnológico que nos ha invadido en el espacio de apenas 10 años, y que a muchos de los padres les ha pillado desprevenidos.
En este artículo hablamos de...
Educación integral
La palabra educación tiene una definición muy escueta para la RAE: Acción y efecto de educar. Todos sabemos que la educación de nuestros hijos es y debe ser integral, y que es, sin duda, la tarea más importante y más gratificadora que tenemos a lo largo de nuestra vida como padres.
Para aquellos que aun piensan que la educación de los niños es algo que concierne a los maestros, creo que éste artículo no es para ellos. Para que la educación sea algo integral realmente debe cubrir todos los aspectos del niño: educación moral, educación física, educación emocional, educación social, educación intelectual… y no podemos olvidarnos de la educación tecnológica.
Sé que a muchos les puede sonar raro pero, ¿en mundo en el que en 10 años la tecnología lo ha invadido todo, y que en 10 años más no sabremos dónde o cómo estaremos, es nuevo pensar que debemos también educar a nuestros hijos en el uso de las nuevas tecnologías?
Pues sí, es algo que debemos incorporar y ya, no debemos dejar pasar más tiempo y debe hacerse como algo cotidiano. Igual que enseñas a tus hijos a cruzar la calle, a no hablar con extraños, a no abrir la puerta a alguien que no conozca, etc., habrá que enseñarle a manejar un ordenador, a no chatear con extraños, a no descargarse archivos de webs no fiables o a poner unas contraseñas fuertes y a cambiarlas de vez en cuando.
Cómo educar en el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación
Ahora es cuando explicamos lo que es la “brecha digital”, los “nativos digitales” y los “inmigrantes digitales”:
– Nativos digitales: son nuestros hijos, ellos han nacido con la tecnología y la usan de una forma intuitiva y natural. Lo ven como algo normal y habitual en el mundo en el que viven, porque a diferencia con sus padres, ellos no pueden comparar con un mundo en el que la máxima tecnología era el radiocassete o las máquinas de comecocos.
– Inmigrantes digitales: nosotros los padres, hemos llegado más tarde y tenemos que hacer un plus de esfuerzo por adaptarnos, entender y utilizar estas TICs.
– Brecha digital: la diferencia que existe en el uso de estas TICs entre nuestros hijos y nosotros.
Pues bien, nuestra misión, disminuir esa brecha con respecto a nuestros hijos para poder educarles en su uso. Ahora es cuando muchos se abruman, pero no es tan difícil. Como todo en esta vida es cuestión de dedicarle tiempo.
Nadie está diciendo que echéis miles de horas delante del ordenador, smartphone o tablet, pero sí se debe tener un mínimo de conocimientos, para poder entender cómo manejan los jóvenes estas herramientas, para qué las usan y cuáles son sus motivaciones.
Una doble educación en el uso de las TICs
Pero la educación que debemos darles a nuestros hijos en el uso de estas nuevas tecnologías de la información y de la comunicación es doble, y no se debe descuidar ninguna de las dos cuestiones:
1. Educación tecnológica: hay que enseñarles desde pequeños a usar las nuevas tecnologías. No hay que prohibirlas, se debe fomentar su uso, ya que su prohibición es uno de los mayores errores que podemos cometer, y además tienen infinidad de beneficios. Pero hay que sentarse con ellos desde pequeños y enseñarles a encender el ordenador, a abrir el navegador, a usar los buscadores y poner los términos de búsqueda adecuados, a darse de alta en una web o aplicación, a que usen contraseñas fuertes y las modifiquen de vez en cuando, a no descargar archivos de sitios de poca confianza, a que distingan lo que es publicidad de lo que no…
La educación tecnológica requiere esfuerzo por saber manejar nosotros esas tecnologías y tiempo para transmitirles ese conocimiento. Pero señores, hay que hacerlo.
2. Educación conductual en el uso de las TICs: no basta con enseñarles a usarlas, hay que enseñarles a comportarse en ellas, y deben ser temas habituales de conversación en la familia. Se deben establecer reglas de uso en el hogar y fuera de él, igual que establecemos una hora de llegada. Debemos de educarles en la privacidad, que tanto se está perdiendo con las redes sociales, que se cuiden de lo que comparten y que respeten la privacidad de los demás. Educarles en la sensibilidad, para que si detectan riesgos o peligros, sean capaces de denunciarlos. Hay que educarles en la responsabilidad, y deben saber que lo que hagan en la red tiene sus consecuencias y son responsables de las mismas. Consecuencias para él, para otros, para las familias, y consecuencias en forma de sanción en el hogar, en el centro educativo o incluso penales. Así también haremos una buena labor preventiva de riesgos como el ciberbullying, el sexting o el grooming.
Todas las habilidades sociales que se usan en el mundo real son igualmente válidas en el mundo virtual.
Es una dura tarea, pero hay que empezar ya. No podemos descuidar la labor de educar a nuestros hijos en el uso de unas tecnologías que está en todo, y que, como os decía al principio, dentro de 10 años no sabremos cómo ni dónde estaremos con respecto a ellas.
