Quizás una de las grandes olvidadas a la hora de educar a nuestros hijos sea la educación en emociones. Aprender a gestionarlas y tener un buen control emocional es clave para su futuro desarrollo.
Foto de Victor Bezrukov vía Flickr
La inteligencia emocional consiste en disponer de una serie de habilidades para reconocer nuestras propias emociones y las de los demás, y además poder gestionarlas adecuadamente.
Con una buena educación emocional, nuestros hijos sabrán enfrentarse de forma adecuada a muchos problemas y podrán relacionarse de forma adecuada con los demás. Estos beneficios no solo son importantes en la infancia, sino que son de gran ayuda cuando somos adultos como herramientas imprescindibles para vivir en sociedad
Hace unos años, la educación emocional consistía en aprender a reprimir ciertas emociones y a no aflorarlas en público. El simple hecho de llorar era un signo de debilidad, sobre todo en el género masculino. Esto llevaba a que años más tarde tuviéramos un mal control emocional y no supiéramos lidiar con nuestras emociones, llevándonos al fracaso en distintas facetas de la vida.
Poco a poco estamos valorando cada vez más la importancia de la inteligencia emocional, aunque por desgracia este hecho todavía no se vea reflejado en la educación de nuestros hijos. No obstante, se están dando pasos positivos al respecto y cada día estamos más concienciados de la necesidad de introducir estas materias en la educación de los niños.
En este artículo hablamos de...
Por qué es tan necesaria la educación emocional
Vivimos en un mundo cada día más social, en el que gracias a las redes sociales estamos en permanente conexión, por lo que la inteligencia emocional pasa fundamentalmente por aprender habilidades sociales.
La integración y la adaptación de los niños en la escuela y con sus compañeros puede ser facilitada enormemente con una buena gestión de las emociones. Si un niño es capaz de identificar cuáles son sus sentimientos y los de sus compañeros, sabrá reaccionar de forma adecuada ante los demás y tendrá un buen nivel de autoestima.
Los niños que no controlan sus emociones pueden acabar teniendo problemas, como son la intolerancia a la frustración, la falta de adaptación a su grupo social y la agresividad.
Podemos ver entonces la educación emocional como una forma poderosa de prevención ante distintas situaciones como: la depresión, la agresividad, el estrés, etc.
La inteligencia emocional en la escuela
Durante muchos años, la escuela se ha centrado en dotar a los alumnos de una serie de herramientas y conocimientos necesarios para un futuro trabajo basado en un modelo industrial. Eso hacía que solo se considerara importante el aprendizaje de ciertas asignaturas como el cálculo, la lengua o los conocimientos en física o química.
Aunque el modelo esté cambiando, nuestro modelo educativo persiste en ese tipo de enseñanzas. Estamos educando a los niños sobre un modelo antiguo y que se está demostrando inválido ya en nuestra sociedad actual, así que imaginemos como estamos educando para unos niños que empezarán a trabajar dentro de 10-20 años…
El aprendizaje emocional debería integrarse en la escuela de forma natural pero temprana, de forma que el niño desde muy pequeño tuviese herramientas para reconocer y tratar con sus propias emociones. Este aprendizaje podría hacerse de forma transversal a lo largo de todo el currículum escolar o de forma específica en una o varias asignaturas, pero sin duda debería de hacerse cuanto antes.
La enseñanza en el seno familiar
La familia constituye el entorno ideal para potenciar la educación emocional, ya que constituye un buen ejemplo de construcción de relaciones sociales entre sus miembros. Los padres tenemos una oportunidad excelente de educar en emociones a nuestros hijos y a nosotros mismos y así formar una buena relación emocional con ellos.
Para ello es fundamental que aprendamos nosotros como padres en primer lugar cómo gestionar e identificar las emociones y poder así transmitírselas a nuestros hijos como modelos de comportamiento que somos para ellos.
Os dejamos a continuación una serie de recursos muy interesantes que nos pueden servir para educar a nuestros hijos en emociones. En ellos podéis encontrar información valiosa y ejercicios y dinámicas para realizar con los niños.
Lecturas y recursos imprescindibles sobre inteligencia emocional
Uno de los grandes libros que no ha perdido valor con el paso del tiempo es ‘Inteligencia Emocional’ de Daniel Goleman, el cual nos introduce en el mundo emocional, las bases científicas de las emociones y la importancia del desarrollo de habilidades sociales y control emocional.
El Observatorio FAROS del Hospital Sant Joan de Déu, ha elaborado un informe muy completo, en el que participan grandes especialistas sobre educación emocional y que es de lectura obligada. En él abordan todos los aspectos sobre la educación emocional y nos dan las herramientas para poder empezar a educar a nuestros hijos en esta tarea. Puedes descargarla de forma gratuita a través de este enlace.
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