No hay nada que haga más feliz a un maestro que enseñar a leer a un niño, pero…!sorpresa! Van pasando los cursos de primaria 1º,2º,…y de repente llega una prueba.
Foto por Por woodleywonderworks vía Flickr
La prueba de Conocimientos y Destrezas Indispensables que marcan las Comunidades Autónomas para medir cómo van las cosas a pie de aula. El texto, en 4º, trata este año de Los Eclipses. Lo leen y después contestan a unas preguntas sobre el tema. ¿Qué tal? pregunta un padre a su hijo por la tarde al salir del cole, ¿qué decía la lectura? Y el niño contesta…Que sí, que… el sol se nubla. ¿Qué si? ¿Qué si´? ¿Qué?, en fin el niño había leído el texto y probablemente habría contestado a las preguntas, pero era incapaz de resumirle a su padre lo que allí se contaba.
En casa, con los deberes, muchas veces escuchamos: ¡Mamaaaaaaaaa veeeeeen!, no sé que hay que hacer aquí. Probablemente el enunciado del ejercicio no tiene mucho misterio, pero como tiene prisa por irse a jugar lo lee rápido, no se fija en los ejemplos y es bastante más fácil que venga mamá o papá a resolver la papeleta.
También cuando se enfrentan a un examen, control o prueba ya desde muy pequeños fracasan en las respuestas por no entender las preguntas. Falla en todos los casos la lectura comprensiva.
Para empezar a reforzarla, lo primero es buscarle al texto un título atractivo para los niños, aunque en los libros del cole aparezca con su título original (ej. Los Eclipses), nosotros podemos buscar alguna palabra o frase clave para decir: hoy vamos a hacer la lectura que habla de que “la tierra se coloca entre la luna y el sol” y ahí ya está el concepto básico. Por eso es muy importante enseñar a los niños a subtitular y a subrayar las lecturas por cortas y simples que sean y por pequeños que sean los lectores.
¡Chicos! vamos a subrayar la lectura de hoy. Si les dejamos solos lo subrayan TODO con sus rotuladores de colores fluorescentes y nos encontramos una lectura preciosa, multicolor, pero que no nos dirige la vista hacia ninguna parte. La clave está en subrayar los nombres (lugares, personas…) lo que realmente nos da la información y evitar los artículos, conjunciones, preposiciones…en incluso adjetivos que no alteran en general el mensaje del texto.
Hay un sistema muy entretenido que utilizamos en inglés que igualmente sirve para las lecturas en castellano y que puede ayudarles con los deberes este verano: EL MAPA, pero no los mapas de geografía sino un dibujo, por ejemplo una nube grande en el centro de una hoja en blanco en la que metemos el título y de las que salen con flechas 5 o seis nubecitas pequeñas alrededor en las que escribimos palabras-frases claves para entender el texto y que básicamente respondan a las tradicionales cuestiones de Quién, Qué, Cómo, Cuándo y Por Qué. Con este dibujo los niños se entretienen y retienen la información sin darse cuenta. Después son perfectamente capaces de explicar lo que han leído sin que les resulte pesado.
También funcionan muy bien los juegos de definiciones, por ejemplo hacer cartulinas con palabras que ellos conozcan, hacer que uno las defina sin incluir la palabra ni sus derivados y que los demás adivinen de qué se trata. MICROONDAS: es un aparato blanco, que está en la cocina y que sirve para calentar las cosas sin fuego y que suena una campana cuando está listo…(un bosque de manitas levantadas quiere responder…) ¡porque lo han adivinado!, de esta manera estimulamos la comprensión sin apenas esfuerzo. Hay juegos de mesa para jugar en familia que tienen este tipo de actividades.
En casa, es muy productivo que nos cuenten cosas que han pasado: una excursión, un partido, una película que han visto…, también se puede aprovechar una receta fácil de cocina (leyéndola primero y ayudando a prepárala después), un cuento que estén leyendo…. Con la lectura en casa es muy importante para mejorar su rendimiento en compresión lectora, que lean poco a poco y que nos lo cuenten inmediatamente después de leerlo. Aunque esto requiera tiempo, dedicación y esfuerzo por nuestra parte, los resultados son espectaculares.
Escribir un pequeño diario en vacaciones o contarle un día de playa a los abuelos por teléfono puede ayudar a mejorar su expresión y por tanto su comprensión y capacidad de síntesis.
También una búsqueda del tesoro en el parque o en casa puede ayudarles a comprender órdenes escritas en pequeños papeles que van encontrando de pista en pista.
Periódicos, revistas, publicidad…cualquier cosa que les llame la atención puede valer para estimularles a comprender lo que leen.
La comprensión lectora es la base para el éxito de los niños en cursos superiores, cuando se complican los contenidos y los textos aumentan progresivamente su extensión y nivel de información. Si un niño NO comprende lo que lee muy difícilmente podrá estudiar cuando el estudio le requiera memorizar, resumir, explicar o analizar.
Con un poco de empeño quizás el próximo año podamos superar a Finlandia en el informe PISA, bueno, por lo menos les superamos en horas de luz y sol para disfrutar del verano, ¡eso seguro!