Investigadores de la Universidad de Pekín, en China, aseguran que los bebés que sufren un parto difícil y nacen con fórceps tienen más posibilidades de ser agresivos durante la infancia, en comparación con aquellos que nacen por cesárea, según un estudio publicado en el International Journal of Obstetrics and Gynaecology.
Según los autores de este hallazgo, los problemas de conducta pueden estar asociados a la presencia de niveles elevados de cortisona, una hormona que produce el cuerpo durante un parto difícil y estresante. De hecho, estudios previos apuntaban a que los niveles de cortisona en la sangre del cordón umbilical eran menores en los niños nacidos por una cesárea programada en comparación con quienes venían al mundo por un parto vaginal espontáneo.
Si queréis leer la noticia completa os dejo a continuación el enlace de su publicación en lavanguardia.es:
Los partos difíciles y estresantes pueden favorecer la agresividad infantil