Foto: Carmen Secanella (Elpaís.com)
La imparable llegada de las tecnologías cambia la relación de docente y alumno – El proyecto Escuela 2.0 requiere formación y la implicación de los profesores.
Un alumno acaba un trabajo de sociales en casa y lo envía directamente al correo electrónico del profesor. Un programa corrige automáticamente los cuestionarios de verdadero o falso. El docente entra en clase y, en lugar de pedir que se abra el libro por la cuarta lectura, solicita a los niños que enciendan los ordenadores portátiles. Desde el curso pasado, el proyecto Escuela 2.0 de Gobierno y comunidades pone en manos de profesores y alumnos de final de primaria y principio de la ESO nuevos recursos tecnológicos (miniportátiles para cada estudiante, pizarras digitales e Internet) que conviven con los antiguos.
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