Los niños comprendidos entre los 4 y los 12 años tienen una mayor probabilidad de hacerse una fractura ya que están en continuo movimiento, explorando, relacionándose, jugando… Como padres, debemos estar preparados ante esta posibilidad y saber cómo actuar antes de que se produzca y cuando, por desgracia, se ha producido.
En continuo movimiento
El continuo ejercicio físico que realizan a estas edades junto con el hecho de que sus huesos son algo más flexibles por el desarrollo, hacen que las fracturas, especialmente las que se producen en brazos y piernas, sean algo más frecuentes que a otras edades. Entre los tipos de fracturas más frecuentes que se pueden hacer tenemos las siguientes:
- Incurvación diafisaria: se produce un aplastamiento de las pequeñas trabéculas óseas, que son como pequeñas esponjas, que componen el hueso.
- Fractura en tallo verde: los huesos se doblan y se rompen solo por un lado, de igual forma que se rompe una rama que está verde.
Cuanto más pequeños son los niños más complicado suele ser su diagnóstico, ya que no saben explicar bien o que les pasa y los síntomas que pueden tener. Y en ocasiones las lesiones a estas edades no se producen en el mismo hueso, sino en el cartílago epifisario, que es una zona cartilaginosa cercana al hueso, que está en desarrollo y que en el futuro se convertirá en hueso. Cuando la lesión se produce en esta zona la recuperación puede ser un poco más larga que si se produce en el mismo hueso.
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Cómo cuidar la lesión si ya se ha producido
La forma más habitual de tratamiento son las escayolas e inmovilizar la zona lesionada. Para asegurar una correcta recuperación de la zona lesionada debemos seguir una serie de consejos:
- Hay que tratar de mantener la escayola lo más limpia y seca posible, evitando que se introduzcan migas, arena u otros objetos. (Esto no quita para que se haga algún dibujo que pueda alegrar al peque…)
- No hay que introducir ningún tipo de objeto dentro del yeso para aliviar picores, que pueden producir heridas e infecciones que empeoren la recuperación de la fractura.
- Si se produce inflamación del miembro, habrá que elevar la zona el mayor tiempo posible para facilitar que baje la inflamación, y hacer una visita al médico para que compruebe cómo va la recuperación.
- También habrá que acudir al médico en las siguientes situaciones:
- Cuando de la escayola salga algún tipo de líquido
- Cuando desprenda algún olor desagradable y fuerte
- Si la piel de alrededor cambia de color
- Si esa extremidad está entumecida, nota hormigueo, dolor o no la siente
- Si ha caído algún objeto contundente en la misma o bien algún tipo de sustancia
Con todas estas pequeñas recomendaciones será mucho más sencillo que vuestro peque recupere la fractura más pronto y en mejor forma.