Los muñecos son juguetes simbólicos y con ellos los niños imitan la a los adultos, reproducen lo que ven, se inventan nuevas historias, incluso a través de ellos asimilan sus miedos o problemas. Los muñecos para todos los niños son útiles para aprender nuevas habilidades y comprender mejor la realidad en la que viven. Con los muñecos los niños ensayan las realidad y reproducen los roles que ven en los adultos. Por eso, es normal, que a medida que la sociedad va cambiando también lo hagan los juguetes.
Ahora es algo cotidiano, que tanto los padres como las madres colaboren en los cuidados de los niños. Por eso no nos tiene que resultar raro, que los niños quieran jugar con muñecas, ya que lo único que están haciendo es imitar lo que ven en los adultos que conocen, algo además positivo que fomenta valores de igualdad en los más pequeños.
Además las muñecas con apariencia de adultas van adquiriendo los papeles que existen en la sociedad y no se limitan a ser unas bonitas modelos o princesas, sino que pasan a ser veterinarias, profesoras, médicos, etc.
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Muñecos para todos los niños
Al ser los muñecos símbolos que utilizan los niños para representar la realidad, es importante que éstos sean un fiel reflejo de la misma. Pero todavía son muchos los muñecos que personifican a adultos, cuyo diseño simula unos cuerpos irreales: mujeres altas y delgadas con pechos grandes y hombres altos, fuertes y musculosos, presentando unos modelos de «cómo debe ser la apariencia física ideal» que serán inalcanzables para la mayoría y en muchas ocasiones, poco saludables.
Y es que los niños y niñas ya empiezan a tomar conciencia de su atractivo físico alrededor de los 8 años de edad, empezando a sentir la presión social de que su cuerpo tenga un determinado aspecto, desde los medios de comunicación pero también a través de familiares y amigos. Hay niños que intentan conseguir estos cuerpos «ideales» a través de medidas extremas como demasiado ejercicio físico, toma de suplementos para tener más músculos, dietas, incluso llegar a presentar trastornos alimentarios.
Por otro lado, es positivo que todos los niños se vean representados en los muñecos con los que juegan: de distintas razas, con o sin discapacidad y con todo tipo de características corporales o físicas.
Muchos padres y madres llevan tiempo reivindicando muñecos con modelos corporales que se ajusten a la realidad y en los que se puedan sentir identificados todos los niños, surgiendo iniciativas que está consiguiendo ser escuchadas por las industrias jugueteras.
Un ejemplo de ello es la iniciativa que nace en Reino Unido en mayo de 2015 llamada «Toy Like me» en la que padres de niños con discapacidad y padres discapacitados se movilizaron realizando peticiones a distintas empresas jugueteras para que empezar a incluir más figuras con discapacidad en sus diseños. Realizaban esta petición a Playmobil: “Por favor, cambien la forma en que los niños ven la discapacidad. ¿Dónde están sus magos en sillas de ruedas, sus hadas ciegas, o sus genios con audífonos y princesas con andadores?” La respuesta de Playmobil no se hizo esperar y se comprometió a hacer figuras con discapacidad.
Lego se ha sumado en enero de este año a esta iniciativa y comenzará a fabricar su primera figura con discapacidad.
Poco a poco otras empresas empiezan a ser conscientes de la importancia de incluir otros modelos corporales a sus diseños. Mattel anunció en enero que su muñeca Barbie iba a tener tres cuerpos diferentes: alta, bajita o con curvas.
Iniciativas todavía escasas pero que empiezan abrir un mundo de posibilidades y la esperanza de que haya muñecos para todos los niños con los que se sientan identificados y que con ellos vean representada la verdadera realidad en la que viven.