Con mi hijo el mayor llegué a convertirme en mamá zombie. No dormíamos más de una hora seguida.
Al principio pensábamos que serían cólicos: le hacíamos masajes, infusiones, paseos nocturnos en el coche, visitas al hospital de urgencias.…No había manera.
Me pasaba las noches paseando por el pasillo, poniéndole música, dándole el pecho a demanda….. Llegué a tal desesperación que en un foro cogí la idea del secador, sí sí, con el ruido del secador se relajaba y dormía, pero……..en cuanto lo apagaba se volvía a despertar.
Así que me pasaba ratos y ratos con el secador puesto o el ruido de la campana extractora de la cocina. Pero el niño seguía nervioso e inquieto. Al final lo lleve a un osteópata que me recomendó una amiga.
Resultó que el niño, durante el parto, sufrió. Estuvo mucho tiempo encajado en el canal del parto y tenía un hueso de la cabeza un pelín desplazado.
En dos sesiones de masaje cráneo- sacral cambió mi hijo radicalmente. Fue un alivio para él, y claro, para nosotros también, pero ya tenía más de 2 años (si lo hubiera hecho antes…..).
El no dormir es bastante “chungo”, a mí, por lo menos, me ponía de mal humor, y pagaba los platos rotos el primero que cogía por banda.
Con el pequeño hemos dormido mejor, fue un parto más rápido y sin complicaciones, hemos colechado y ha tomado pecho a demanda. Ya no éramos padres primerizos, y lo veíamos todo de otra manera, más relajados. Creo que hemos “practicado” todas las posturas de la foto…
El pequeño ha decido que no quería más teta (con más de 3 años) y ha empezado a dormir del tirón en su cama.
Tengo una amiga que no duerme, está desesperadita. Yo siempre le animo, y le digo, TU PUEDES!, no hay mal que 100 años dure, no?.
Aunque se que en esos momentos no ves más allá, y al terminar el día lo ves todo negro, nunca ves la luz al final del túnel!.
Poco a poco, todo llega. Doy fe!.
