Estudiar, no es una actividad que a la mayoría nos agrade, aunque, si son temas que nos interesan por algún motivo, el estudio es más eficaz, ya que aumentamos el interés y la concentración. Cuando somos niños, nos interesa más jugar, y cuando somos adolescentes, nos interesa más relacionarnos. Sin embargo, los padres, sí les podemos echar una mano, para que esta actividad sea más eficaz, obtenga mejores resultados y evite la frustración y el fracaso. Ayudar a estudiar a nuestro hijo es una tarea enriquecedora para él y para nosotros.
Existen técnicas de estudio que hacen que éste sea más eficaz, aprovechemos mejor el tiempo y obtengamos mejores logros en el ámbito académico. Pero para poder aplicarlas y ayudarle enseñándoselas, debemos partir primero de una serie de recomendaciones básicas, que posibilitan estudiar mejor:
Foto: Protopito goes to Nederland (Flickr)
- Como siempre, el ejemplo debería cundir. Hay profesiones de los padres que precisan estar al día en sus conocimientos, realizar cursos o informarse de nuevos adelantos. Si nuestro hijo ve, que nosotros dedicamos un tiempo al estudio, aprenderá, que es algo necesario y normal en la rutina de una persona. Por el contrario hay otros trabajos que no precisan de una actualización o de un estudio de forma continua. En estos casos, siempre se puede cundir con el ejemplo, realizando aquellos cursos que siempre has querido llevar a cabo, o simplemente, cogiendo una novela de moda, y dedicando un tiempo diario a la lectura. Que los padres se pasen media tarde pegados al televisor, no ayuda a estudiar al niño.
- Tu hijo debe tener un espacio adecuado para el estudio. Procúrale una habitación o zona de la casa, con una buena iluminación, aislada, en la medida de vuestras posibilidades, del ruido, sin distracciones (consolas, televisiones, equipos de música, etc.)
- Crear un hábito de estudio, debe comenzar desde la infancia. Que le dedique un tiempo a diario, a realizar sus fichas, tareas, trabajos… Respetadle ese tiempo y evitadle distracciones. Ponte con él cuando sea pequeño, cuando vaya creciendo lo deberá de ir haciendo él solo.
- Proveedle de material. Es necesario que tenga a mano bolígrafos, lápiz, rotuladores, folios o cuadernos, libros, diccionarios y demás. Dependiendo de vuestra capacidad económica, un ordenador conectado a internet, hoy en día se me antoja muy útil. Es algo que usará en el futuro, y cuanto antes empieza a manejarlo, mejor lo dominará. Si os preocupa el contenido de lo que vuestro hijo pueda explorar por internet, no dejéis de leer el artículo cómo controlo lo que mi hijo ve en el ordenador, es muy recomendable y muy práctico para los padres (con acceso a herramientas para el control de los contenidos).
- Como muy bien recomiendan en los artículos que os menciono al final, involucradle en actividades relacionadas con la cultura durante el tiempo libre: visita a museos, fomentarle el hábito lector, realizar trabajos con ellos que impliquen su interés y ganas de conocer e investigar, apuntadles a actividades extraescolares, etc. El deporte y el juego son muy adecuados para su desarrollo y socialización, pero no es lo único que pueden hacer, informaros de otras actividades que puedan realizar.
Para que un aprendizaje sea eficaz, deben darse dos requisitos fundamentales: poder y querer. Poder, es la capacidad que tiene vuestro hijo, y que se basa en los conocimientos previos que tenga, en su inteligencia y en su estilo cognitivo. Querer, es un problema de motivación, en el que influyen las expectativas, el autoconcepto y los intereses y actitudes que tenga vuestro hijo.
Nosotros como padres, podemos influir en ambos, en el poder y en el querer. Hoy en día estamos en una sociedad que busca, cada vez más, la comodidad (siempre hablo en general, hay casos para todos los gustos), me explico: si el niño tiene cualquier afección de la salud, lo llevamos la pediatra (antaño, por lo menos a mí, para que me llevaran al médico, tenía que ser algo muy gordo, ahora tienen mocos, y les llevan); la educación del niño es problema del profesor y del colegio, ¡que se encarguen ellos!; si el niño se aburre, pues le compro una consola o ¡apunta al niño a algo por las tardes!; etc. Todas estas cuestiones son adecuadas, pero como todo, hay que usarlas en su justa medida. En aquello en lo que podamos participar y ayudar a nuestros hijos, no lo dejéis pasar; aprovechad el tiempo con ellos y disfrutad un poco de la paternidad/maternidad.
Próximamente publicaré el artículo “Papá, ¿me ayudas a estudiar? Técnicas de estudio para ayudar a tu hijo”, en él os detallo técnicas de estudio específicas y cómo podéis usarlas para ayudar a estudiar mejor, no dejéis de leerlo.
Como siempre, animaros y contadnos vuestros trucos, problemas, sugerencias, y en el caso de que queráis una ayuda ante un problema más específico, acudid a la sección de Tu Psicólogo responde, y si está en nuestras manos, gustosamente la atenderemos. Dejad un voto al artículo si os ha gustado, gracias.
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