Llega el verano, y la opción de pasar el día en la piscina o en la playa con niños es una de las posibilidades más frecuentes, ya que les permite disfrutar del agua, la arena, el aire libre y los juegos con otros niños. Sin embargo, es importante que los padres tengamos en cuenta una serie de precauciones par evitar que un día en la playa o piscina con niños termine con un accidente o algún problema de salud.
La exposición al sol
El sol produce efectos beneficiosos ya que tiene una acción antidepresiva que nos ayuda a sentirnos mejor, favorece la formación de vitamina D y, entre otros efectos, ayuda a mejorar algunas patologías de la piel. Sin embargo, una inadecuada exposición al sol puede originar problemas en nuestra salud:
- Quemaduras en la piel y lesiones cutáneas que favorecen la aparición de cáncer de piel.
- Golpe de calor o insolación.
- Deshidratación.
Para prevenir estos efectos nocivos del sol debemos tener en cuenta las siguientes precauciones:
- Los bebés menores de 6 meses no deben exponerse nunca a los rayos directos del sol, debes mantenerlos protegidos con ropa y a la sombra.
- De forma general, se debe evitar la exposición al sol entre las12 y 17 horas, incrementar el tiempo de exposición de forma lenta y gradual, tener en cuenta que el agua y la arena reflejan los rayos ultravioletas, por lo que tienen un efecto multiplicador, y no olvidar que las radiaciones atraviesan las nubes, por lo que es necesario protegerse también los días nublados.
- Utilizar siempre fotoprotectores o cremas de protección solar 30 minutos antes de la exposición. Para tus hijos utiliza siempre cremas con un factor de protección superior a 15, y de 25 ó 30 si el niño es de piel clara. Yo te recomiendo que los primeros años de vida apuestes siempre por las de 25 ó 30 y también es muy recomendable que sean resistentes al agua. Si quieres saber más acerca de cómo proteger a los niños frente al sol te recomiendo este artículo: Protección solar. Consejos frente al sol.
- Es importante cubrirse la cabeza con gorras de visera ancha o sombreros, llevar sombrillas o buscar sitios de sombra. El golpe de calor suele afectar a niños que pasan muchas horas jugando al sol sin ninguna protección.
- Ofrece agua de forma muy frecuente a los niños para reponer las pérdidas que el calor y los juegos bajo el sol provocan.
Madasor via Compfight
Cuidado con el agua
El mayor peligro de ir a la playa o a la piscina con niños es el riesgo de ahogamiento o asfixia por inmersión, que es una causa importante de muerte en los niños, especialmente entre los menores de 5 años y los varones adolescentes.
Como norma general, es importante enseñar al niño a nadar lo antes posible y vigilarle constantemente cuando esté cerca del agua o dentro de ella. No hay criterios para establecer cuál es la edad adecuada para aprender a nadar, y sobre la enseñanza de la natación a bebés de corta edad, no hay unanimidad para su recomendación como medida de prevención de ahogamientos, ya que puede aumentar el riesgo por “desatención” o confianza de los padres, aunque puede ser un buen método de estimulación para los niños. En cualquier caso, aunque un niño sepa nadar, se debe mantener una supervisión activa y permanente cuando esté en el agua, ya que bastan tres minutos sin respirar para poder provocar lesiones irreversibles en su cerebro.
Así pues, se debe tener en cuenta:
- Que los manguitos, burbujas o rulos son una ayuda para flotar, pero, por sí solos, no son garantía de protección.
- Evitar juegos peligrosos dentro del agua (empujones, ahogadillas) y cerca de la piscina.
- Delimitar las zonas de mayor y menor profundidad en piscinas, y advertir a los niños mayores y adolescentes sobre los riesgos de arrojarse al agua de cabeza en lugares donde no se conozca su profundidad (ríos, lagos, rocas en el mar).
- El síncope de “hidrocución” o mal llamado “corte de digestión”, se puede prevenir acostumbrando a los niños a no entrar de golpe en el agua, sobre todo después de haber estado al sol o de haber realizado ejercicio intenso o tras las comidas, evitando los cambios bruscos de temperatura.
- Educar a los adolescentes sobre los riesgos de consumo de alcohol y/o drogas cuando van a nadar o realizar alguna actividad recreativa o deportiva en el agua .
- Elegir piscinas y playas vigiladas, con un número suficiente de socorristas y prestar atención a las señales de permiso o prohibición de baño.
- Y, en cualquier caso, mantener una supervisión activa sobre los niños cuando están en el agua, estableciendo claramente turnos de vigilancia si hay varios adultos, para disfrutar de un buen día de playa o piscina.
- En piscinas privadas instalar vallas de seguridad rodeando todo el perímetro de la piscina para impedir el acceso de niños pequeños y lonas cerrando la piscina fuera de las épocas de baño (en España el 80% de los ahogamientos se producen en piscinas privadas).
D. Sharon Pruitt via Compfight
Otras precauciones
Se debe tener cuidado, cuando el niño camine descalzo en la playa o en zonas comunes de las piscinas públicas, por el riesgo de vidrios, jeringas, restos de basura, conchas rotas u otros objetos cortantes; o de contagio por hongos o verrugas. Si existe riesgo, utiliza siempre un calzado adecuado.
También se debe considerar la posibilidad de picaduras de insectos en la piscina o de medusas o erizos en las zonas de playa. Utiliza repelentes para insectos y sigue las recomendaciones que permiten o prohíben el baño. Si quieres saber más te puede interesar este artículo: Picaduras de animales ¿qué hacer y qué no?
No hay que relajarse cuando vayamos a pasar un día de playa o piscina con niños.