Si tu pequeño presenta a menudo ronqueras o disfonías y te haces muchas preguntas sobre si esto es normal o qué hacer para prevenirlo, te resultará interesante este artículo donde se responden a las cuestiones más frecuentes que se dan sobre este tema.
¿Qué es la disfonía infantil?
Se trata de una alteración de una o varias cualidades de la voz infantil. A menudo se presenta en forma de ronquera.
¿Qué la causa?
Sus causas pueden ser múltiples, algunas de ellas orgánicas (malformaciones laríngeas, quistes, etc.) y otras funcionales (por utilizar la voz de una manera inadecuada).
¿Cómo prevenirla?
Para prevenir la disfonía lo más importante es fomentar que el niño adquiera unos buenos hábitos a la hora de hablar (no gritar, esperar su turno de habla, hablar despacio) para ello es importante que los padres seamos un buen modelo.
Por otro lado tener una alimentación adecuada, buena hidratación, favorecer el descanso del niño, controlar el ambiente o mantener una buena higiene nasal, son fundamentales para prevenir este trastorno. Todos estos puntos se tratan con más detalle en el artículo 8 recomendaciones para prevenir la disfonía infantil.
¿Es bueno el reposo vocal? ¿Y cómo puedo favorecerlo en el niño?
El reposo vocal es recomendable en algunos tipos de disfonía pero en otros no, por lo que siempre se seguirá si existe una prescripción de su otorrinolaringólogo o foniatra.
En los niños resulta bastante difícil conseguir que descansen la voz, así que si el especialista ha prescrito un reposo vocal tendremos que intentar ayudarnos de algunos trucos. Durante ese tiempo de reposo de la voz, se puede invitar al niño a realizar actividades de ocio que no impliquen el uso de la voz (ver películas, leer, etc.) y evitar situaciones en las que sería imposible controlar que el niño no hablara como ir al parque.
Usar el juego cómo vehículo para mantener el silencio, jugar a comunicarse con mímica y llamarse mediante un silbato o una campanilla.
Los niños que sepan escribir pueden ayudarse de la escritura para mandar mensajes e incluso de dispositivos electrónicos que traducen la escritura en voz.
Habitualmente no es necesario llevar un reposo absoluto de la voz, ya que eso suele crear mucha ansiedad además de difícil de llevar a cabo en niños. Por lo que suele bastar con cierto descanso de la voz evitando que el niño cante, grite, hable muy deprisa o a la vez que otros.
¿Cómo puedo evitar que el niño grite?
Es muy común que los niños que presentan disfonías sea porque tienen adquiridos unos malos hábitos a la hora de hablar: como gritar, no respetar los turnos de palabra o hablar muy deprisa, casi sin tomar el aire.
Cambiar esos hábitos será un proceso lento y que requiere de la colaboración de padres, profesores y logopedas.
Los padres debemos servir de modelos de sus hijos y si habitualmente gritan dejar de hacerlo. Este paso es fundamental para que el niño cambie su forma de dirigirse a los demás.
Enseñarle a acercarse a las personas para decirles algo o a silvar en vez de gritar cuando estás lejos, son dos buenas herramientas para evitar que el niño eleve la voz.
Otras buenas ideas son evitar ambientes ruidosos o utilizar la economía de fichas para premiar al niño por sus logros conseguidos.
Sobre todo esto podéis encontrar más información en las respuestas a las preguntas de Tu Logopeda Responde sobre este tema.
Foto por Mdanys vía flickr
¿Cuál es su tratamiento?
Dependiendo de la disfonía el tratamiento puede ser médico (mediante medicamentos), logopédico y, en algunos casos quirúrgico. En el artículo ¿Qué es la ronquera o disfonía infantil? Causas y tratamientos podéis encontrar más información sobre ello.
¿Donde debemos acudir para tratar una disfonía?
En primer lugar ante cualquier sospecha de un problema hay que consultar con el pediatra del niño, él determinará la necesidad de derivarle al otorrinolaringólogo si lo considerara preciso.
Después de acudir al especialista este determinará si es recomendable acudir a un logopeda para una rehabilitación de la voz.