La tartamudez es una dificultad en la fluidez del habla que se da en un 5% más o menos de la población infantil y es más frecuente en niños que en las niñas. Por lo tanto son muchos los niños que en algún momento de su vida tartamudean y es ahí cuando empiezan los interrogantes de los padres, si es vuestro caso quizá aquí encontréis algunas respuestas interesantes.
¿ Qué es exactamente la tartamudez?
Todos en algún momentos nos bloqueamos y mantenemos un discurso fluido, pero las personas que presentan esta dificultad presentan muchas más interrupciones en su habla de lo que suele ser habitual.
La tartamudez no siempre es igual puede mostrarse mediante repeticiones de sílabas, sonidos que se alargan o bloqueos en el discurso. Es involuntaria y puede desaparecer durante periodos de tiempo variables.
¿Cuando debemos de acudir al especialista?
Durante el desarrollo del niño hay un momento entre los 2 y los 5 años en que las dificultades de fluidez son habituales y suelen desaparecer por sí solas si se siguen algunos consejos. Pero si la tartamudez continúa en el tiempo es bueno acudir al logopeda porque una intervención precoz mejora el pronóstico.
Además hay algunos errores en la fluidez o una tartamudez característica que indica que es mejor no esperar y pedir una valoración profesional cuanto antes.
También sería recomendable no esperar si el niño empieza a mostrar rechazo a hablar o ansiedad cuando lo hace.
¿Tiene tratamiento?
La tartamudez, en la mayoría de las ocasiones, se supera con un tratamiento adecuado sobre todo si este se inicia de manera temprana.
La duración del mismo dependerá del momento en que se comienza y es fundamental de la cooperación de la familia y la escuela.
Foto por Trilok Rangan vía Flickr
¿Cuáles son las causas de la tartamudez?
Actualmente se desconocen cuales son las causas de la tartamudez y se piensa que pueden interactuar muchos factores biológicos, psicológicos, sociales, etc.
Lo que si que se ha visto es que en algunas familias se da con más frecuencia este trastorno, por lo que parece que puede tener un componente genético. Lo cual no quiere decir que si una persona padece esta dificultad la tengan porqué sufrir sus hijos, ya que hay en familias que esta dificultad no se vuelve a dar.
¿Cómo podemos ayudar desde la familia y la escuela ?
La colaboración de la familia y la escuela es fundamental para el éxito del tratamiento. Y es que actuar adecuadamente ante el tartamudeo del niño es muy importante tanto para la evolución de las disfluencias como para el desarrollo psicológico del niño. Comportarse de manera natural ante el habla del niño, sin acabarle las frases, mandarle repetir, o hacerle comentarios sobre su habla será un paso importante para el tratamiento.
Desde la Asociación Española de la Tartamudez han publicado varias guías muy interesantes, entre ellas una para padres y otra para profesores que resultan de mucha utilidad como ayuda a la hora de afrontar esta dificultad.