Entre 2 y 3 de mil recién nacidos vivos de los países desarrollados como España, presentan parálisis cerebral infantil. Un trastorno que afecta a la movilidad y que puede tener otras consecuencias como veremos a continuación.
¿Qué es la parálisis cerebral infantil?
La parálisis cerebral es un trastorno motor crónico pero no progresivo, debido a una lesión cerebral en de un sistema nervioso central todavía en desarrollo (desde la gestación hasta los 5 años de edad).
¿Cual es la causa de este trastorno?
El daño del cerebro todavía inmaduro se puede producir por muy diversas causas y en distintos momentos:
- Prenatales u ocurridas durante el embarazo: por exposición a radiaciones, drogas o tóxicos, infecciones, malnutrición materna, medicamentos contraindicados, anoxia, hemorragia cerebral, etc.
- Perinatales u ocurridas durante el parto: por prematuridad, bajo peso al nacer, hipoxia, trauma físico, broncoaspiración, cianosis, …
- Posnatales u ocurridas desde el nacimiento hasta los 5 años de edad: infecciones, traumatismos craneales, intoxicaciones, epilepsia, accidentes vasculares, descargas eléctricas, encefalopatía por anoxia,…
¿Qué consecuencias puede tener?
La parálisis cerebral siempre cursa con una afectación motora pero ésta difiere en tipo, extensión y miembros afectados (pudiendo estar afectados los miembros superiores, inferiores o ambos, sólo un hemicuerpo, o una extremidad,etc.)
Además pueden existir otras consecuencias que aparecen con bastante frecuencia como son: afectación cognitiva, problemas de aprendizaje, déficits sensoriales como pueden ser problemas de visión o auditivos, trastornos del habla, lenguaje o comunicación, trastornos del comportamiento, problemas emocionales, epilepsia, alteraciones cutáneas, bucodentales, trastornos de la alimentación, respiración y genitourinarios.
¿En qué consiste su tratamiento?
La parálisis cerebral no se cura pero a través de distintas acciones se procura que el niño alcance su máximo potencial personal y de integración social, con la mejor calidad de vida posible.
La atención debe ser temprana, individualizada, especializada e integral. En ella intervendrán distintos profesionales en función de las necesidades del niño, entre ellos:
-El pediatra de atención primaria y el neuropediatra: estos especialistas llevarán el seguimiento del niño, prescribiendo fármacos si fuera necesario u otras terapias y derivándolo a otros especialistas si lo consideran necesario.
-Terapeuta ocupacional: el cual trabajará con el niño para que desarrolle habilidades motoras finas y realice las distintas tareas de la vida diaria como comer, vestirse, escribir, etc.
-Fisioterapeuta: a través del tratamiento físico trabaja para conseguir distintos objetivos como pueden ser caminar, mantener el equilibrio, sentarse, etc.
-Ortopeda: a través de prótesis y otras intervenciones trata distintas patologías físicas o previene lesiones.
-Psicólogo: puede servir de apoyo a los problemas emocionales, de comportamiento o dificultades de aprendizaje que muestre el niño.
-Logopeda: se encarga de rehabilitar los problemas de comunicación, lenguaje, habla, voz o deglución que puedan presentar estos pequeños.
Otros profesionales pueden participar para mejorar la calidad de vida del niño. Además existen en la actualidad multitud de ayudas técnicas que facilitan las actividades de la vida diaria, además de juguetes adaptados y comunicadores, tabletas, programas informáticos u otros dispositivos electrónicos que facilitan la comunicación.