Desde que nuestros hijos comienzan a desplazarse y a lo largo de toda su infancia se caen a menudo, sufren golpes, se chocan con cualquier obstáculo presente en su camino… A los padres nos encantaría poder evitar todos estos tropezones, pero resulta prácticamente imposible y además les ayuda en su desarrollo y en aprender a controlar su entorno y a si mismos.
De lo que si disponemos todos los padres son de diferentes remedios, algunos de ellos milagrosos, para consolarles tras el golpe y ayudarles a aliviar el dolor. Digo, remedios milagrosos, ya que la mayoría de las veces, simplemente con acudir a su lado, ayudarles a levantarse y “curar su herida con mimos y caricias” es suficiente.
A continuación os dejo algunos de los remedios eficaces que yo uso con mis hijas en sus pequeños golpes y/o caídas.
Mantener la calma
Cuando una de mis hijas se cae o se da un golpe siempre nos miran a su padre o a mí, que intentamos mantener la calma y acercarnos tranquilamente hasta ellas para ver lo que ha pasado y evaluar su golpe o herida. Cuando nos miran, según nuestra cara sea de susto, preocupación, tranquilidad… determinan el alcance de su caída y su actuación. Es frecuente, que los niños se den algún pequeño golpe y, si el adulto parece no darse cuenta, siguen jugando como si nada, mientras que si nos acercamos corriendo y con grandes aspavientos, rompen a llorar sin consuelo.
Soplar en la zona
Este método suele ser útil cuando se trata de un dolor agudo pero breve y el niño está muy nervioso sin parar de chillar. Enseñarle a soplar suavemente en la zona del golpe o herida y hacerlo con él, le ayudará a aliviar el dolor y además le tranquiliza.
Cura sana
Éste es un clásico que todo el mundo conoce y que tiene diferentes versiones, la que nosotros usamos consiste en recitar “Cura sana, culito de rana, si no se cura hoy, se curará mañana” dando un pequeño masaje en la zona del golpe y los mimos correspondientes.
Las tiritas
Para los pequeños cortes o raspones las tiritas son muy útiles. También se pueden colocar en la zona del golpe o moratón, ya que a los peques les gusta llevarla puesta y enseñarla a sus amigos narrando lo que le pasó.
La barrita mágica
Se trata de Arnidol gel stick, un remedio eficaz para las caídas de los niños. Este producto consiste en una barra que se aplica sobre el golpe y proporciona frescor en la zona, alivio del dolor y ayuda a disminuir la posibilidad de que aparezcan moratones. Este efecto se debe a los componentes de este producto, árnica y harpagofito, dos plantas naturales con propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Arnidol gel stick es muy útil en golpes y contusiones, siempre que no sangren o exista una herida. Gracias a su práctico formato en barra es fácil de aplicar, con pequeños movimientos circulares sobre la zona afectada tantas veces como sea necesario, y se puede tener siempre a mano, ya sea en el botiquín de casa o en el bolso cuando estamos en la calle. Lo bueno de este producto es su doble eficacia, ya que se une el poder analgésico y antiinflamatorio de sus componentes, con el poder curativo de los padres al aplicarlo con todo su cariño y los mimos oportunos.