Hola, muchas gracias por vuestra sección.

Tengo un niño con 2 años 4 meses, es un niño muy inquieto, muy ágil y además inteligente. Pero cuando se enfada por algo le da por pegarme o decirme “tonta” (a cualquier persona que este con él). Ya no sé cómo reaccionar en estos momentos, he intentado ignorarle, hablar con él, le he castigado e incluso le he pegado. Pero el niño sigue diciendo esa palabra o incluso la repite con más ímpetu o te sigue intentado pegar.  ¿Qué puedo hacer en ante esa situación? Por favor, necesito que alguien me oriente.  MUCHAS GRACIAS. Brígida R.

Hola Brígida, lo primero gracias a ti por enviarnos tu consulta, ya que sois los que mantenéis viva ésta sección.

En cuanto a la conducta que refieres, cuentas que has probado distintos métodos con el fin de corregirla y que no te han funcionado. Este tipo de conducta y con estas edades que tiene tu hijo, normalmente no buscan más intención que llamar la atención de los adultos. Por lo que se puede considerar que el refuerzo que la mantiene es precisamente eso, la atención. El mejor método en estas situaciones es la extinción, es decir, ignorarle por completo. En muchas ocasiones no funciona, como tu bien nos cuentas, y no es por el método en sí, si no porque no se aplica correctamente.

Para que la extinción haga su efecto se debe aplicar “hasta el final”, no hay que prestarle nada de atención y seguir actuando como si nada, hasta que la conducta desaparezca. Hay que repetir ésta acción una y otra vez, siempre que se dé la conducta del niño. Y, tienes la suerte, si se puede decir así, que tu hijo tiene todavía una edad en la que puedes aguantar sus bofetadas, patadas, etc., sin verte obligada a atenderla.

Otra cuestión importante es que la técnica sea llevada a cabo por toda aquella persona que recibe dicha conducta de tu hijo. Claro está, que personas desconocidas no participarán, ante ellas no debéis disculpar la conducta del niño, pero todos los familiares y amigos deben participar de la extinción para que ésta tenga éxito.

Normalmente y a estas edades, este tipo de conductas se adquieren por aprendizaje social, es decir, lo ha visto en alguien (familiar, otros niños o incluso en la TV), y ha observado que realizándola obtiene lo que quiere a su edad, la atención del adulto.

La extinción no debe realizarse de forma aislada, a la vez que la conducta desaparezca, debéis reforzar toda conducta adecuada que el niño realice en sustitución de la misma. Los halagos son el mejor refuerzo para él. Intenta averiguar si esa conducta se produce ante determinadas situaciones o tiene algunos estímulos que la desencadenan, si es así, cuando vaya desapareciendo y comiencen a darse otras conductas adecuadas ante estos estímulos o condiciones desencadenantes, reforzarlas.

Si con la extinción no lo consigues, existen otros métodos de modificación de conducta que te explico en un artículo de www.psicoglobalia.com y que te invito a que leas, porque te puede ayudar, tales como el coste de respuesta, el tiempo fuera, la economía de fichas, el modelado, etc. Te dejo el enlace del artículo: ¿Cómo modifico la conducta de mi hijo?

Si no lo consigues y consideras que la conducta de tu hijo no se corrige, acude a un psicólogo infantil que pueda evaluarle y establecer un plan de intervención. Espero haberte ayudado. Si tienes cualquier otro comentario o duda de esto o de otros temas no dudes en escribirme.

Hola doctor, yo quería comentar con usted un problema que tengo con mi esposo, él tiene muchos tics y uno de ellos es el morderse las uñas y lo hace en todos lados, no importa si está en la casa con nosotros o en reuniones familiares. La verdad es que esta situación ya me está desgastando mucho y más con mi hijo de 7 años que también está empezando a hacer lo mismo. No quiero que él siga con esto, es por eso que he estado investigando sobre este asunto, y gracias me ha ayudado a entender un poco más lo que pasa, pero como usted mismo dice hay que predicar con el ejemplo y eso si lo veo muy difícil porque él no lo va hacer. Es algo inconsciente para él, ya estamos a punto de separarnos por todos estos problemas porque siento que ya no hay amor, solo una especie de desesperación cuando lo veo hacer eso y sé que para ayudar a mi hijo, él no tiene que ver eso, entonces mi pregunta sería primero ¿cómo puedo ayudar a mi esposo para luego ayudar a mi hijo? Por favor espero su respuesta porque esto sería lo último que hago por este matrimonio, gracias doctor por su ayuda. Margarita F.

Hola Margarita, gracias a ti por enviarnos tus consultas. Evidentemente tienes razón en considerar que los padres debemos educar dando ejemplo, pero en este caso, queriendo claro está proteger a tu hijo, el que tiene el problema es tu marido, y es en el que deberías centrarte para solucionarlo.

Lo primero que debes conseguir es que tu marido sea consciente de que esa conducta no es adecuada y, por tanto, que debe ser corregida. Mientras él no la vea como un problema, difícilmente lograrás que se implique en acciones para su corrección. Intenta convencerle dándole distintas razones para su modificación: lo inadecuado que es que lo vea vuestro hijo (que es lo que más te preocupa), lo inadecuado que es en las interacciones sociales, lo poco que habla de sí mismo y de su capacidad de autocontrol, el riesgo de posibles infecciones si hay heridas, etc.

Una vez consigas convencerle y tenga motivación por modificarlo, lo primero que hay que darse cuenta  es que tendrá la conducta automatizada, y de esa forma difícilmente podrá corregirla. El primer paso es lograr que sea consciente de cuándo realiza la conducta, en presencia de que señales previas, de que momentos, de si hay determinadas circunstancias que lo ocasionan. Una vez analizadas por ambas, apuntarlas en un papel, y tenerlo siempre bien presente.

Una vez identificadas las señales previas que pueden desencadenar el acto de morderse las uñas, quedar en una señal entre los dos, una palabra, un gesto, un mirada (algo disimulado, si estáis en una situación con más personas), y ésta se realizará cada vez que él vaya a comenzar a morderse las uñas. El objetivo es que se haga plenamente consciente de su conducta y de cuándo la realiza.

Una vez conseguido esto, buscar una conducta que sea incompatible con morderse las uñas, por ejemplo, guardarse las manos en los bolsillos. Otra vez debe ser algo disimulado, por si estáis en una situación de interacción social. Esta conducta incompatible pretende evitar que se produzca el acto de morderse las uñas.

Trabajad en el refuerzo. Cada vez que tu marido consiga evitarlo, refuérzalo con halagos o con frases que reconozcan su esfuerzo, ya que si lleva mucho tiempo, le va a ser difícil superarlo, pero no imposible.

Revisad de vez en cuando la señal que habéis establecido y la conducta incompatible, por si dejan de tener efecto o no son adecuadas y debéis cambiarlas por otras.

Tened vigilado a vuestro hijo por si imita la conducta. De todas formas, también estaría bien que le hicierais partícipe del tratamiento de tu marido, que se involucre y ayude. Él también puede estar atento a las señales, a los logros… de esta manera mejoramos su conciencia de conducta inadecuada, mejoramos su autoestima porque participa en un trabajo “familiar” y conseguimos mayor unión de la familia.

Insistir a pesar de las recaídas, muchas veces le costará mantenerlo si son conductas muy arraigadas en su repertorio conductual, tened paciencia.

Cualquier otra consulta no dudes en volver a escribirnos.

Buenos días doctor, le agradezco mucho su respuesta es muy interesante todo lo que me indica en este problema, sin dudas yo quiero lo mejor para mi hijo y voy a luchar todos los días para conseguir que ya no vuelva hacer eso, pero sin embargo mi esposo estuvo en tratamiento con una psicóloga durante un año y no ha dejado de hacer esas cosas. A veces pienso que no es un niño pequeño como para estar tras de él, pero lo voy hacer cada vez que le vea hacerlo. Esta psicóloga que le menciono nunca me dijo que yo tendría que participar también en este proceso así como usted me está indicando, tal vez esa fue el fallo. Él tiene muchos tics lo podría llamar así. Mis hijos se están empezando a dar cuenta, ya que están creciendo, la primera tiene 11 años y ya me ha hecho preguntas  porqué él actúa así, y yo le respondo que “de loco” pero me estoy dando cuenta que no está bien mi respuesta. Él por ejemplo, cuando sale al patio se queda mirando fijamente al horizonte y pestañea seguidamente al mismo tiempo que con los pies hace un movimiento como de zapateo, otra cuando nos sentamos en la mesa para comer cualquier comida del día también se queda mirando a un cuadro que tenemos de la santa cena y también parpadea muy rápido y no se demora mas de unos 3 segundos, es como para que no me dé cuenta de lo que hace, cuando está conversando tiene la costumbre de mover los hombros en un movimiento para atrás, las piernas cuando esta acostado las mueve en una secuencia rápida de tres veces.  Está empezando hacer sonidos con la garganta así como que esta atrancado, en un comienzo esto era despacio pero hoy ya lo hace muy fuerte yo le hablo que no haga así y él me responde que es porque esta algo en la garganta que le molesta pero no es así, yo estoy muy pendiente de ver que cosas nuevas él hace y ver si son repetitivas o aisladas y son repetidas, otra cuando salimos en el auto ya lo cerramos y él siempre revisa las ventanas con los dedos hace como que desde la parte de arriba baja y por ultimo jala las manillas de las puertas, todo esto que hace es siempre mirando al cielo.

Todo esto es muy desgastante para una relación yo sinceramente he pensado en separarme de él por todo esto, pero no quiero hacerlo todavía hasta buscar una solución para que no digan que no lo intente, lo hago en primer lugar por mis hijos no quiero que me reprochen que les deje sin su padre y otra por mi porque si lo quiero.

Doctor quisiera que me ayude en este caso que hago porque como ve no es solo que se tasque las uñas sino muchas cosas más a veces pienso que yo voy a terminar más loca que él si sigo así. Son 14 años de matrimonio y ya se me está acabando la paciencia, más por mis hijos no quiero que ellos vayan a tener un desequilibrio por este problema de él,  ayúdeme, cómo se llama esta enfermedad, está en el cerebro, depende de él dejarla o ya no es posible porque  tiene 38 años.

Una vez más muchas gracias por su atención y por su ayuda yo pienso que fue una bendición de Dios encontrar esta pagina espero su respuesta.

Hola de nuevo Margarita. Lo primero que quiero aclararte es que no puedo entrar en valorar la relación que tenéis y la enfermedad, eso es cuestión vuestra y además, desde cometelasopa solo tratamos problemas relacionados con los hijos y la familia.

Como es un problema que crees que puede afectar a tus hijos, te estamos respondiendo, pero realmente el problema primario lo tiene tu marido.

Otra cuestión que también te aclaro es que no puede entrar en valoraciones de la terapia que te haya llevado una compañera, ya que ella desde su profesionalidad, habrá considerado que ha aplicado el mejor tratamiento posible, y yo ni si quiera he visto al paciente.

Y la última cuestión que te quiero dejar clara, es que, para valorar verdaderamente el caso, diagnosticarlo y proponer un tratamiento, debería hacer una valoración del paciente y éste no es el propósito de cometelasopa. Por otro lado, te invito a que conozcas una web dedicada enteramente a la psicología y que yo llevo, que es www.psicoglobalia.com. En ella también puedes mandarme tus consultas a [email protected] y podemos llegar a valorar más detenidamente el caso de tu marido.

Por último, y hablando ya del caso propiamente dicho. A priori, y dejando claro que no he evaluado a tu marido y como tal no puedo realizar un diagnóstico en regla, no parece una caso de “solo morderse las uñas”, que fue el dato que me diste en el primer correo. Pudiera sospecharse un caso de TOC (trastorno obsesivo compulsivo), pero también podría tratarse de otras cosas, por lo que sin una evaluación adecuada no puede darte un diagnóstico certero.

Te recomiendo dos alternativas, una, la que recomiendo siempre y la que veo más adecuada, que acudas a un psicólogo clínico que evalúe a tu marido y proponga un tratamiento una vez averiguada la causa, y dos, que me escribas al correo que te he dejado más arriba con la consulta con el fin de poder ayudarte.

Gracias de nuevo por mandarnos tus dudas, para cualquier cosa ya sabes cómo contactar.

 Temporalmente nuestra sección “Tu Psicólogo Responde” no va a seguir funcionando, por lo que os pedimos que no hagáis nuevas consultas. No obstante podéis revisar los artículos de las semanas anteriores por si alguna de los anteriores consejos puede resolver vuestras dudas.

Tu Psicólogo Responde: semana 14 es un articulo de: Comete la Sopa Si lo deseas tambien puedes unirte a nuestra Comunidad en Facebook o seguirnos en Twitter.

Mi hija tiene actualmente 14 años, está muy complicada, puedo pensar que es la típica adolescencia, pero a esto le sumo su situación especial, ella es adoptada, pero yo se lo hice ver  a temprana edad, es hija única, la quiero mucho, mucho y  así se lo he manifestado siempre, pero creo que su condición le está jugando una mala pasada y me preocupa sobremanera, porque lo he intentado todo, he tratado de ser lo más transparente, pero ella en instancias me castiga con sus arrebatos, sus quejas y críticas… no sé que más hacer. Patricia Val.

Hola Patricia, hemos intentado enviarte la respuesta de forma particular a tu correo, pero nos devuelve el correo constantemente, así que confiamos en que puedas ver la respuesta publicada. Como muy bien dices se puede pensar, por los datos que me das, que la etapa en la que se encuentra, la adolescencia, es la que le está haciéndose comportar así. Con el tema de su “condición” de adoptada, no tiene porque influir siempre que, como dices, se lo has revelado desde pequeña y lo has tratado con total naturalidad. Pero, sospechas que sí puede estar influyendo, y habría que saber la causa exacta.

Si ella desde pequeña lo ha integrado con naturalidad en su “historia” personal, no tendría porque afectarla. Otra cuestión es que alguien, distinto a ti, se lo haya manifestado con intención de molestarla.

Puede, por otro lado, empezar a despertarse su curiosidad por sus orígenes biológicos, que a estas edades en niños adoptados, suele ser lo más normal.

Para todos es una etapa conflictiva, pero para las familias que han adoptado más. La adolescente adoptada tiene que hacer un doble esfuerzo de emancipación. Se tiene que emancipar de su familia biológica, con la cual puede que se identifique parcialmente, y también de su familia adoptiva.  En vuestro caso, las recomendaciones a seguir por mi parte serían las siguientes:

-          Hay que averiguar si la causa de su comportamiento es debido a la etapa que atraviesa, a alguna razón en particular o a ambas cosas. Si no logramos averiguar el motivo, difícilmente podremos actuar en consecuencia.

-          Tu misión y tu papel, es seguir siendo su apoyo. Deberás estar cerca para cuando lo necesite, para hablar, nunca presionándola, dala intimidad, margen de actuación y confianza. Ten una enorme paciencia y dala todo el tiempo que puedas, de calidad.

-          Quizás necesita tiempo en estos momentos para acabar de integrar su condición de adoptada, en la construcción de su personalidad, proceso en el que se haya ahora mismo. Por eso te comento que la des tiempo y espacio, pero estando cerca por si te necesita.

-          Si aun así piensas que sus conductas se estancan y no mejoran o bien a peor, te recomendaría que visitaras a un psicólogo especialista en la etapa infanto-juvenil y/o con experiencia en adopciones, que te pueda orientar en la mejor forma de actuar en este caso. En Cometelasopa, una de nuestras colaboradoras, tiene precisamente este perfil. Te dejo el enlace de su página por si te pudiera ser de utilidad. Nerea Román.

Buenas tardes. Mi pregunta es relativa a mi hijo de 8 años. Siempre ha sido complicado de trato, de llevarte la contraria, de rabietas y de hacer un poco lo que ha querido. Mi mujer y yo pensamos que se nos empieza a escapar de las manos, ya que nunca razona, tiene que ser siempre lo que él dice y si no le gusta, le entra un ataque de rabia incontrolable. Creemos que no ha habido cambios significativos en su entorno que hayan podido causar este comportamiento, y nos gustaría que nos dieran alguna pauta. Gracias. Juan T.

La indisciplina en los hijos es algo mucho más frecuente de lo que se piensa. Los niños crecen tomando distintas alternativas y opciones de entre las que tienen a su alrededor. Tenemos que ser lo suficientemente inteligentes y hábiles para acotar estas posibilidades, estableciendo unas normas y unos límites adecuados y bien definidos.

Con ello no quiero expresar que vosotros no lo hayáis hecho. La conducta es algo muy complejo y se encuentra influido por muchos y distintos factores, de los cuales algunos, por desgracia, no podemos influir los padres.

En muchas ocasiones sin embargo, aunque establezcamos límites y normas claras, nos equivocamos en la forma de educar, y nos centramos más en los errores que en los aciertos. Está claro que debemos corregir lo que está mal, pero se nos olvida alabar y recompensar lo que está bien, y sobre todo, muchas veces se nos olvida, cuando ha hecho algo mal, decirle como tiene que hacerlo bien.

Toda conducta y actitud tiene sus causas, y en vuestro caso habría que averiguarlo con mayor detenimiento. Como pautas generales os puedo recomendar algunas, aunque si os aconsejaría acudir a un especialista, porque ya estáis pensando que puede convertirse en un problema, y eso es un síntoma de que algo en la dinámica familiar no funciona como debiera.

Pautas generales:

-          Seguir estableciendo límites y normas claros y definidos, pero intentar que participe en su establecimiento, preguntarle, flexibilizar dichas normas y que estén siempre bien visibles.

-          Establecer consecuencias positivas y negativas de cumplir y no cumplir dichas normas.

-          No uséis el castigo para corregir, usar otros métodos como la economía de fichas, el modelado, el tiempo fuera, la sobrecorrección… son igual de eficaces o más y menos perjudiciales. Informaros de estos métodos si los desconocéis.

-          Utilizar las recompensas como el halago verbal, dedicarle tiempo, actividades con él. Él necesita a sus padres a esta edad, y todo el tiempo que paséis de calidad con él, le beneficiará mucho.

-          Seguid usando el diálogo, aproximad posturas a través de la negociación, ya empieza a tener una edad en la que reclama protagonismo e intimidad. Concededle la importancia que se merece.

-          Expresad vuestros sentimientos mediante la palabra y las acciones. El sentirse querido es muy importante en su desarrollo. No os guardéis las cosas y hablad.

-          Por último y muy importante, poneros siempre de acuerdo la pareja en las decisiones que debéis tomar, en la forma de llevar las cosas a cabo, en lo que queréis comunicarle. Que vea unidad en vosotros es fundamental.

Hola, tenemos una hija de 5 años que desde que nación no ha dormido muy bien. Lo hemos dejado pasar esperando a que fuera algo propio de la edad, pero sigue pasando el tiempo y la situación no parece mejorar. A veces le cuesta conciliar el sueño y en otras ocasiones no, pero se despierta varias veces y en alguna de ellas ya no se vuelve a dormir. ¿Qué se puede hacer ante este problema? Rosario H.

Hola Rosario, la verdad es que lleváis mucho tiempo con el problema según me cuentas. La primera indicación y creo que la más inteligente que podéis hacer, es llevarle a su pediatra, ya que lo primero que se debe descartar es que haya algo físico que esté provocando este insomnio, como causas neurológicas, alergia a alimentos, medicamentos, obesidad…

Si el pediatra con su evaluación, pruebas y lo que determine no considera que haya nada que lo pueda estar provocando, entonces es cuando deberíais consultar a un psicólogo.

Se deben evaluar diversas cuestiones. Una de ellas y de vital importancia en estos casos, son los hábitos de sueño que tenga vuestra hija y que haya adquirido o le hayáis enseñado: momento y horario de irse a dormir, rutina previa a irse a la cama, actividad física durante el día y antes de dormir, alimentación y sustancias estimulantes, nº de veces que el niño se acuesta durante el día y tiempo que está en cada una de ellas…

También hay que evaluar las condiciones ambientales del lugar donde duerme (luz, ruido, humedad, calor o frío), revisar condiciones físicas de la cama, almohada…

Y hay que valorar la existencia de fobias (a dormir, a la oscuridad), pesadillas y terrores, problemas emocionales y del estado de ánimo, etc.

Como te he comentado comenzaría por la visita al pediatra. Si se descarta lo físico, evaluaría las condiciones físicas del lugar y las ambientales. Por último hablaría con un psicólogo para que os evaluara el resto de las posibles causas, y una vez detectada, establecer un programa de intervención para la solución del problema.

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Tu Psicólogo Responde: semana 13 es un articulo de: Comete la Sopa Si lo deseas tambien puedes unirte a nuestra Comunidad en Facebook o seguirnos en Twitter.

Hola, espero se encuentren bien. Tengo una duda… mi esposa se baña con nuestra hija de 13 años (casi son de la misma altura), ¿esto no afecta en algo a cualquiera de las dos? he estado a punto de hablar con mi esposa para decirle que ya es hora que nuestra hija comience a independizarse aunque sea por ahí. Pero ¿puede que yo esté equivocado y tenga que esperar a que lo deje de hacer sola? Eduard.

Buenos días, ante todo darte las gracias por enviarnos tus dudas. La cuestión que nos planteas en esta ocasión es a priori sencilla. Cuando nos preguntas por si les afecta en algo a las dos, no sabemos exactamente a que te quieres referir.

Evidentemente, desde la más pura lógica, si ambas, madre e hija, comparten ese momento íntimo, es porque disfrutan de él, y para nada esto puede influirlas negativamente, ya que ambas parecen estar de acuerdo. Podría, en este caso, ser similar a compartir otros momentos como la comida o el sueño, siempre y cuando este se trate con total naturalidad.

Si tus dudas van por el camino de si eso la puede influir negativamente en el futuro a tu hija, en cuanto a repercusiones psicológicas se refiere, te diré que no. Todo depende de cómo tratéis en vuestro hogar los temas del desnudo, del pudor, de la intimidad… Y por lo que nos comentas, lo tratáis con toda naturalidad, como debiera ser.

Solamente te hago una pequeña indicación, si esta conducta de ambas, interfiriera en la dinámica normal de la familia o de tu relación de pareja con tu mujer, entonces si debieras de hablar con ella y tratarlo para buscar una solución.
No siendo ese el caso, por los datos que me das, no debes preocuparte por esta conducta, ya que tu hija en algún momento reclamará mayor intimidad y dejarán de bañarse juntas. Y si no ocurriera, no pasaría absolutamente nada, es tan sano como no hacerlo, y puede estar favoreciendo el vínculo y la relación con su madre, por la cercanía y la intimidad que comparten, favoreciendo a su vez la comunicación madre e hija, que tan necesaria os va a resultar ahora que comienza para ella la adolescencia.

Espero haber aclarado tus dudas, si quieres puntualizar algo o plantear nuevas dudas, estaremos encantados de intentar resolvértelas.

No estoy seguro de que mi hija padezca un trastorno alimenticio, y ella dice que no, pero se niega a acudir a un psicólogo. En las comidas familiares come bien, pero ha bajado de peso, está irritable. Le realicé exámenes y están bien, pero o quiere subir los 3 kilos que le hacen falta par un peso ideal. ¿Qué debo hacer? Shas.

Hola Shas, gracias por enviarnos tu consulta. Ante todo habría que empezar puntualizando varias cuestiones:
- El que solo la falten tres kilos para su peso ideal, no indica que esté anoréxica.
- Algo que define la anorexia como trastorno alimenticio es la conducta que tu hija tenga en cuanto a hábitos alimenticios se refiere.

Pero como padre que también soy, entiendo tu preocupación. Debes buscar otras pistas para tener sospechas ciertas del trastorno. Tres características básicas de este trastorno son:
1. Miedo intenso a ganar peso.
2. Alteración significativa de la percepción de su imagen (a pesar de perder peso, siempre se ven con exceso de peso)
3. Se niegan a mantener un peso mínimo y quieren seguir adelgazando.

A esto también le debemos sumar en muchas ocasiones la amenorrea, es decir, si la afectada ya estaba teniendo la menstruación, puede que se le retire mientras se produzca este trastorno.

Lo que tienes que buscar es que se produzcan cambios en sus hábitos alimenticios. Que comience a excluir alimentos de sus dietas, a saltarse comidas alegando cualquier excusa, que se mire mucho al espejo (más de lo habitual para una chica de la edad de tu hija), que después de comer o antes de acabar se levante rápido para irse al baño o simplemente irse de casa, vigila qué tipo de páginas de internet visita (si puedes hacerlo)…

Todo esto es lo que te puede dar una pista real de que el problema está comenzando. No quiero decirte con eso que no esté comenzando en tu hija, sino que necesitas más base para sospecharlo. Ya que una pérdida de tres kilos puede haber coincidido con un mayor estrés en los estudios, algún contratiempo de ámbito afectivo, peleas o riñas con amigos o simplemente un incremento de su actividad física.

Si tus sospechas crees que se confirman por el cambio de actitudes de tu hija, mis consejos son los siguientes:
- Cuidado con los comentarios en casa acerca de su peso y de su imagen corporal, pueden ser un detonante para que su conducta se impulse.
- Si se confirman tus sospechas, es completamente necesario que acudáis a un psicólogo o si no lo conseguís, al menos a su médico de familia o pediatra. La actitud normal es que lo negará y se defenderá de la acusación. No la tratéis precisamente así, como una acusada, ella no reconoce el problema, y solo conseguiréis que se ponga a la defensiva.
- El tratamiento, si se lo diagnostican, es complejo, ya que no solo se debe recuperar el peso, hay que modificar su conducta alimenticia, su distorsión de la imagen corporal, sus cogniciones o pensamientos sobre el tema…

Si sospecháis, acudid con ella a algún profesional. Convencerla aunque sea llevándola para revisarla algunos de los síntomas, aunque no habléis directamente de anorexia, por la amenorrea, por la pérdida de apetito, por fatiga…

Bueno mi consulta es la siguiente: tengo una hija de 11 años y un hijo de 4. De un tiempo a esta parte mi hija esta super contestadora yo tiendo a retarla, pero ella no se calla nunca y a medida que ella crece se pone más agresiva, a tal punto que el otro día me dijo que se iba a matar y eso me tiene super preocupada. Bueno, esta es mi consulta, ojala puedan responderme desde ya. Le doy las gracias por crear estos espacios de consulta. Nadia Valeria.

Buenos días Nadia, hemos intentado enviarte la respuesta de forma particular a tu correo, pero nos devuelve el correo constantemente, así que confiamos en que puedas ver la respuesta publicada. En relación a tu consulta y el aumento de agresividad de tu hija (amenazas autolíticas, por lo que cuentas), te diré que he tenido ya varias consultas de este tipo, sobre la agresividad infantil. Te remito a ellas por si quieres echar un vistazo, aunque por supuesto te contesto. Las consultas las tienes en Tu Psicólogo Responde semana 8 y Tu Psicólogo Responde semana 7.
Lo primero y más importante es averiguar cuál es lo que origina este cambio de comportamiento. Puede tener un origen determinado en algún acontecimiento o cambio en su entorno, que esté produciendo como síntoma este cambio hacia la agresividad. En estos casos lo que hay que hacer no es tratar la agresividad directamente, sino resolver la situación que lo genera. Si el cambio de conducta no viene determinado por ningún cambio concreto, habrá que establecer una serie de pautas para corregir dicha conducta.

- Hay que ver en qué situaciones se da la conducta y analizar si hay estímulos determinados que la provocan, con el fin de enseñar a tu hijo a parar o impedir la conducta si estos estímulos se presentan.

- Habrá que entrenarle en habilidades específicas para controlar la agresividad. No solo se debe modificar la conducta en sí, también los pensamientos previos a la misma y los derivados de la conducta.

- Determinar reglas y límites de respeto y de conducta en el hogar, que todos cumpláis, y como siempre cundiendo con el ejemplo. En los primeros años, la familia es el entorno donde más aprende el niño actitudes y conductas.

- Hay diversas técnicas para modificar la conducta agresiva. Revisa las preguntas que te he enlazado más arriba, porque en ellas describo algunas: contrato de fichas o contingencias, coste de repuesta, tiempo fuera, extinción (ignorar en la medida de lo posible para que no gane vuestra atención con esa conducta), etc.

- El castigo debe ser la última opción. Es difícil saber aplicarlos y hacerlo de manera eficaz sin causar trastornos. No seáis agresivos ni alcéis la voz.

- Marcarle las conductas que haga bien, elogiárselas, recompensarle y que sepa cómo se deben hacer las cosas. Muchas veces solo nos dedicamos a reprender y se nos olvida cómo enseñar lo que es correcto.
Aplica los métodos que se describen en los dos enlaces, que seguro tendrás buenos resultados.

Temporalmente nuestra sección “Tu Psicólogo Responde” no va a seguir funcionando, por lo que os pedimos que no hagáis nuevas consultas. No obstante podéis revisar los artículos de las semanas anteriores por si alguna de los anteriores consejos puede resolver vuestras dudas.

Tu Psicólogo Responde: semana 12 es un articulo de: Comete la Sopa Si lo deseas tambien puedes unirte a nuestra Comunidad en Facebook o seguirnos en Twitter.