El chupete no es perjudicial ni crea adicción. Lo importante es utilizarlo adecuadamente según las necesidades de nuestro hijo y evitando que lo use a todas horas. Los chupetes ayudan muchas veces a calmar el llanto de los niños y por eso abusamos de su uso. No debemos olvidar que el uso prolongado del chupete puede producir alteraciones en la boca.