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Chuparse el dedo
Hola, ¿hay algún método o truco para que el niño se deje de chupar el dedo? Tiene 2 años y tiene ya el dedo torcido y un diente hacia fuera. He probado muchas cosas y lo único que me falta es escayolarle el dedo. (Gemma Hernández)
Hola Gemma, es muy normal y frecuente que los niños se chupen el dedo ya que el reflejo de succión les suele relajar mucho desde pequeñitos. Pero como tú bien nos cuentas, este hábito, al igual que el uso prolongado del chupete, (te recomiendo que leas El chupete:(¿una maldición o una bendición?), pueden favorecer alteraciones dentarias y del paladar. Lo primero que debes hacer es observarle para ver cuándo se chupa el dedo y por qué lo hace para así poder ayudarle a evitarlo. Las razones por las cuales tu hijo se chupa el dedo pueden ser por aburrimiento, porque le ayuda a conciliar el sueño, por ser una conducta que le proporciona seguridad y consuelo o también puede ser una forma de expresar ansiedad. Cuando ya conozcas en que situaciones se chupa el dedo tu hijo puedes llevar a cabo estas propuestas:
– Para empezar tienes que explicarle a tu hijo que debe dejar de chuparse el dedo. Hay que involucrarle para que él quiera dejar ese hábito o por lo menos esté dispuesto a intentarlo y que sepa que cuenta con la ayuda de sus padres.
– No le regañes ni le ridiculices. El problema no se arregla sacándole el dedo de la boca y diciéndole “deja de chuparte el dedo, pareces un bebé”. No le quites mérito a los pequeños logros ya que es un hábito que le va a costar mucho abandonar, ya que le da seguridad.
– Céntrate en todos los momentos en que NO se chupa el dedo y elógiale por su comportamiento. La atención positiva hacia las ocasiones en que no se chupa el dedo va a ser más efectiva que la atención negativa cada vez que se lo chupe. Para ayudarle y reforzarle puedes utilizar estrategias como recompensas simples. Puedes crear una tabla de pegatinas y explicarle que obtendrá una pegatina por cada tarde que pase sin chuparse el dedo o bien si no se chupa el dedo mientras juega o mientras ve la tele. Cuando haya conseguido un número determinado de pegatinas, que previamente le habrás indicado, podrá obtener el premio establecido (hacer algo divertido con papá y mamá, invitar a un amiguito a jugar en casa…).
– Si tu hijo solo se chupa el dedo para ir a dormir, ofrécele su muñeco favorito para que duerma con él y ayúdale a conciliar el sueño con un cuento o algo de música.
– Cuando se chupe el dedo por el día intenta distraerle con alguna actividad o dale algún juguete para que tenga en las manos.
– Si se chupa el dedo mientras está dormido se convierte en un hábito involuntario, ya que no es consciente de lo que está haciendo. En este caso puedes proponerle, siempre bajo su consentimiento, colocarle algo en el dedo tipo esparadrapo, que al ser más desagradable al tacto es más fácil que no se lo chupe.
– Por el día también le puedes poner el esparadrapo o una tirita con dibujos y explicarle que así le ayuda a recordar que no debe chuparse el dedo. En las farmacias venden un líquido amargo (se usa para los niños que se muerden las uñas) que le puedes dar en el dedo y explicarle siempre que no se trata de un castigo sino de una manera de recordarle que no debe meterse el dedo en la boca.
– Cuando nada de esto funciona o bien causa mucha tensión en el niño y además presenta importantes alteraciones dentarias, se puede consultar con el dentista que puede colocar un aparato en la boca que evite que el dedo ejerza presión contra el paladar o los dientes y dificulta la entrada del dedo en la boca, lo cual incomoda al niño que suele dejar el hábito.
– También venden algunos dispositivos para que el niño deje de chuparse el dedo e indican que son bastante efectivos, aunque hasta ahora yo no he tenido que utilizarlos; a continuación te dejo los enlaces de estos aparatos: ThumbGuard (es una especie de protector de plástico para el pulgar), Bebe-stop (es una circunferencia de espuma que se coloca en la muñeca del niño y evita que pueda llevar el dedo a la boca). Si te decides a usar alguno de estos dispositivos explícaselo previamente a tu hijo y no se lo impongas si no está de acuerdo ya que no obtendrás resultados.
Hola, buenas tardes.
Tengo una nena de 2 años y medio y quisiera saber si es normal que duerma con la boca abierta o no? Saludos. (Blanca García).
Hola Blanca, en ocasiones los niños cuando duermen tienen la boca ligeramente entreabierta pero mantienen una respiración nasal, lo cual no tiene porque suponerles mayores problemas que cierta sequedad bucal. Otra situación es el caso de los niños que duermen con la boca abierta y respiran por ella, lo cual puede estar asociado a diversas patologías. No nos indicas si tu hija lleva tiempo durmiendo así o si ocurre puntualmente y si presenta otros síntomas asociados, por lo que te recomiendo que se lo comentes a tu pediatra para que pueda valorarla correctamente, ya que existen diversas causas que provocan respiración bucal:
– Catarro de vías altas, a veces algo tan simple puede favorecer que el niño respire por la boca debido a la congestión nasal, la cual se puede aliviar con lavados nasales con suero fisiológico.
– Alergia ambiental, habrá determinados momentos en los cuales por la inflamación de la mucosa nasal también tengan dificultades para respirar por la nariz y lo hagan por la boca.
– Mal oclusión dentaria, cuando los dientes no están perfectamente alineados o bien existen alteraciones en la forma del paladar, lo cual puede estar favorecido por el uso prolongado del chupete.
– Hipertrofia amigdalar, el aumento de tamaño de las amígdalas puede ser puntual en el contexto de una infección respiratoria de vías altas, por lo que una vez pasado el episodio volverán a su tamaño normal, o bien, el aumento de tamaño puede persistir en el tiempo.
– Hipertrofia adenoidea, también conocida como vegetaciones supone el aumento de tamaño de las adenoides que se encuentran en la parte posterior de la nariz y dificultan el paso normal del aire por la nariz favoreciendo que los niños respiren por la boca. Estos niños suelen presentar otros síntomas, además de la respiración bucal que puede ser tanto durante el sueño como cuando está despierto, tos nocturna, sequedad bucal, ronquidos, mal aliento, infecciones repetidas de vías altas, sueño inquieto, apneas obstructivas del sueño etc.
¡Hola! Primero que nada quiero agradecerles por tal iniciativa, me parece excelente. Segura estoy de que la recomendaré. Mi consulta se debe a que mi nena de dos años tiene al parecer un virus, le ha provocado vómitos, diarrea y fiebre, la lleve al pediatra, ya está tomando medicamentos, y se siente mejor pero quisiera saber de algún remedio casero que pueda servirme sobre todo para el dolor de barriga, no es que no confíe en los medicamentos, pero pienso que nunca está de más… ¡Gracias! (Andrea)
Muchas gracias por tu apoyo Andrea. Por lo que nos cuentas parece que tu hija tiene un episodio de gastroenteritis, los cuales son bastante frecuentes en la infancia. La mayoría están producidos por virus y se resuelven en unos días. El dolor de barriga es bastante común ya que suele estar aumentado el peristaltismo del intestino debido a la infección y tu hija presentará dolores cólicos:”retortijones”. Este tipo de dolor mejora con el calor, así que puedes colocar una pequeña manta eléctrica o bien un paño que puedes calentar con la plancha en la zona del abdomen de tu hija, lo cual la puede aliviar. Los mismos medicamentos que estás utilizando para la fiebre posiblemente también la calmen ya que son analgésicos. Si presenta vómitos debes saber que primero debes ofrecerla líquidos y, cuando tolere éstos, podrás ofrecerla sólidos. Si vomita tranquilízala y espera por lo menos media hora antes de ofrecerla líquidos y cuando se los des hazlo poco a poco (a cucharaditas) para que lo pueda tolerar mejor. En cuanto a los líquidos a ofrecer a los niños cuando presentan estos episodios, te aconsejo que compres en la farmacia cualquiera de las múltiples “soluciones para rehidratación oral para niños”, ya que éstas le aportan los nutrientes necesarios y en la cantidad adecuada para poder reponerse y no deshidratarse. En cambio los preparados que en ocasiones hacemos en casa, tipo limonada, suelen aportar cantidades insuficientes o en exceso de sales o de azúcar. Existen múltiples preparados en la farmacia con diferentes sabores para poder ofrecer a tu hija en esta situación. Cuando ya tolere los líquidos puedes darle su alimentación sólida habitual. No es preciso realizar una dieta astringente (arroz, zanahoria, plátano…) ya que además de ser rechazada enseguida por los niños, cuanto antes se reintroduce la alimentación normal antes se recupera la normalidad del tránsito intestinal.
Tengo un bebé de 6 meses que ha empezado hace dos meses la guardería y desde entonces no para de estar malito con mocos, conjuntivitis y catarros. Antes no se había puesto nunca malo. ¿Cómo puedo evitarlo? Me he planteado sacarle de la guardería. (Ana S.)
Ana siento decirte, que una de las consecuencias de incorporar a la guardería a los bebés de corta edad, es la repetición de procesos catarrales de vías altas. Esto no te debe preocupar en exceso ya que la mayor parte de estos procesos tienen un origen vírico y aunque incomodan a los niños unos días no tienen repercusiones negativas sobre su salud, sino que más bien son beneficiosos, ya que van ayudando a desarrollar la inmunidad de tu hijo. Generalmente, en los primeros años de vida los niños presentan muchas infecciones víricas de vías altas, entre 8-10 episodios al año, sucediendo la mayoría en los meses más fríos lo cual coincide con la época escolar y los padres tenemos la sensación de que se pasan todo el curso enfermos. Estos episodios ayudan al desarrollo de su sistema inmune y según van creciendo la frecuencia de los mismos va disminuyendo. Ana, es normal que tu bebé haya empezado con los procesos catarrales al acudir a la guardería, ya que con ello has ampliado su círculo de contactos y la posibilidad de enfrentarse a nuevos virus. Puedes evitarle la guardería si quieres, posiblemente tenga menos catarros aunque también presentará algunos, pero seguramente cuando acuda al colegio padecerá procesos catarrales de repetición al entrar en contacto con múltiples virus aunque su sistema inmune estará más desarrollado. Algunas medidas para ayudar a prevenir estas infecciones de vías altas son: higiene y lavado de manos adecuados, evitar exponerle en ambientes cerrados con muchas personas, nunca fumar en presencia del bebé ni en su casa y evitar el contacto con personas con procesos catarrales.
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