Tengo una hija de 6 años, esta semana nos llamó su profesora para decirnos que le resulta imposible que permanezca sentada más de 20 minutos. Se distrae con todo, no termina las tareas… la niña es muy lista  y ella tiene miedo que esto hace que este bajando el nivel.
En casa también nos resulta muy complicado que este sentada durante la cena no para quieta… ¿que nos aconseja hacer?
La niña tiene dermatitis atópica desde los 4 meses pero hace 2 años que no le brota, siempre ha sido muy inquieta, no para de hablar y duerme poco. Atentamente Eva

Buenas noches Eva, gracias por enviarnos tu pregunta a la sección de Tu Psicólogo Responde. Con los datos que nos das de tu hija, podría sospecharse un trastorno de déficit de atención, pero como siempre os comento, esto lo debe valorar un psicólogo que os evalúe y entreviste directamente. Y digo sospechar, porque el comportamiento de inatención no se da en un solo ámbito. Sucede tanto en el colegio como en la casa.

No obstante sería conveniente que te leyeras la contestación a un pregunta similar que publiqué el 3/10/10 en Tu Psicólogo Responde: Semana 3 , donde explicaba ampliamente las claves para diagnosticar el trastorno, los distintos tipos de trastornos de atención existentes, el límite entre lo normal y lo patológico y los posibles tratamientos existentes.

Precisamente tu hija esta en la edad en la que puede empezar a diagnosticarse como tal trastorno. En cuanto al dato que nos das de la dermatitis atópica, no existe, que yo conozca y tras realizar una revisión de fuentes, una conexión entre esta dermatitis y el trastorno de déficit de atención. Si en realidad lo que querías era hacer una consulta dermatológica, exponla y nos la mandas dirigida a la sección de Tu Pediatra Responde y te la responderá nuestra profesional de la pediatría sin problema alguno.

Mi consejo final, es que, aunque escasos datos, te recomiendo que acudas a un buen psicólogo especializado en el ámbito infantil que evalúe a tu hija.

Buenas tardes, tenemos una hija de 4 años y medio que pasa muchas horas con los abuelos, debido fundamentalmente a que los dos trabajamos. De un tiempo para acá ha comenzado a tener conductas de rebeldía, de negación constante y de cierta agresividad en ocasiones. No sabemos como atajarlo y nos da la sensación de que va a más. ¿Algún consejo que ayude a controlar estas conductas? Teresa M.

Hola Teresa. Vuestro problema por desgracia es un problema cada vez más frecuente en nuestra sociedad, debido fundamentalmente a que en muchas familias ambos padres trabajan. Esto obliga a que busquemos alternativas para el cuidado de nuestros peques, y la más sencilla y cercana en muchos casos suele ser los abuelos. El “inconveniente” que esto puede tener es que los abuelos no están para educar, aunque si colaboren en ello, están para disfrutar de los nietos, ya que ellos ya pasaron esta etapa de educar.

No obstante en vuestro caso debéis pedirles colaboración por la cantidad de tiempo que pasan con vuestros hijos.

La conducta de vuestra hija puede producirse por diversas causas y deberéis averiguar cuál es. La más común es que la utilice a modo de “toque de atención”, es decir la niña os está diciendo que precisa pasar más tiempo con vosotros. Aquí la solución es única, deberéis sacar todo el tiempo posible para compartirlo con ella, o al menos, todo el tiempo que podáis sacar, que sea un tiempo de calidad, que la niña disfrute al máximo de vuestra compañía.

Una segunda posibilidad puede ser que durante su educación no se le estén “poniendo” unos límites adecuados. En este caso os recomiendo que leáis el artículo Papá, mamá, decidme que “no”, que lo explica perfectamente. En esta situación debéis de implicar al máximo a los abuelos, con el fin de que se sigan las mismas pautas cuando este con ellos y con vosotros.

Debéis tener algo de paciencia, uno no cambia sus conductas de un día para otro. Con estas indicaciones debería bastar, si aun así no lográis que las conductas remitan y/o mejoren, o las conductas agresivas van a más, consultad a un psicólogo que os puede determinar más minuciosamente la causa y cómo actuar.

Hola, mi consulta es la siguiente: tengo un hijo de 15 años y otra de 9 años. Estoy separada desde hace 2 años y medio, y ahora mismo estoy iniciando otra relación sentimental. Mi hijo se está distanciando de mi, y aunque sus respuestas no son negativas hacia mi, si lo son hacia su hermana, no hace más que fastidiarla constantemente y la cosa empeora. Tengo miedo de que no se solucione y de que él busque salidas “inadecuadas” a esta situación. ¿Algún consejo de cómo actuar? Gracias, Mª Ángeles S.

Hola Mª Ángeles, tienes una situación familiar difícil, con una separación, una nueva relación, un hijo adolescente y con conductas de rebeldía y una hija sufriendo este compendio, pero todo esto ya lo sabes.

La adolescencia es una etapa de conflicto permanente, en el que debe decidir cosas de adultos sin llegar a serlo, y en el que deben afianzar una opinión en todo e independizarse del criterio de los padres. En esta ocasión además se le ha sumado una crisis en el seno de sus padres y su madre ha establecido una nueva relación. El trato que propina a su hermana es algo perfectamente normal, porque con mucha seguridad, será con la que pasa más tiempo, y al fin y al cabo manifestamos nuestros sentimientos con los que tenemos más cerca.

Su reacción es comprensible, en la medida que tanto él como su hermana se han sentido víctimas de un proceso de separación, al que, por mucho que se lo explicarais, no habrán encontrado explicación. La mejor arma que tienes en este momento es mostrarles tu afecto, tu cariño y tu tiempo. No descuides tu relación con ellos por tu nueva relación sentimental, y dales tiempo para asumirla. Deben ver que estás a su lado, que te importan y que pueden recurrir a ti en todo momento. Muéstrate segura y directa limitando las conductas agresivas o inadecuadas de tu hijo, pero nunca de forma autoritaria, ya que se volverán en tu contra. Ahora más que nunca es una etapa en la que debes negociar con él y darle cierto margen de actuación.

La receta mágica en este caso solo tiene dos ingredientes: cariño y tiempo. Espero que puedas encontrar este segundo, porque del primero tendrás una fuente inagotable, demuéstraselo. Y no desatiendas a tu hija, por centrarte con tu hijo, los dos te quieren por igual.

Espero que superes esta etapa y que alcancéis la estabilidad en vuestra nueva familia.

Desde hace aproximadamente 15 días mi hijo de 2 años manifiesta tener un miedo inusitado al perro, todo empezó un día que al parecer soñó algo y de ahí empezó todo. A diario dice tenerle miedo al perro y comienza a llorar inconsolable, lo peor es que nunca ha tenido ninguna mala experiencia con algún perro y ya me está preocupando esta situación, no sé si se deba a otra causa. Podrían darme su opinión al respecto por favor… Alejandra.

Buenos días Alejandra. Por los datos que me dejas es bastante normal que pueda iniciar una fobia a los animales, en este caso al perro. No tiene porque haber otra causa más que la del sueño o pesadilla que comentas, más si él no ha tenido otra mala experiencia “real” con ningún perro. La mayor parte de las fobias, entre ellas las fobias hacia los animales las iniciamos en la infancia. No quiere decir que no puedan tratarse. Una técnica que funciona muy bien con las fobias es la “desensibilización sistemática”. Estas dos palabrejas que te pueden sonar raro, pretenden combinar un estado de relajación con un acercamiento progresivo a la causa de la fobia, con el fin de asociar relajación y objeto de fobia. Debes idear, estructurar y crear una lista de situaciones que vayan de menos a más, en cuanto al acercamiento al perro. Es decir, escribes en una lista por ejemplo: 1. Se le habla del perro y de que es la mascota de la familia, que siempre ha jugado con nosotros y nos ha dado muy buenos momentos. 2. Visualiza al perro a una distancia no inferior a 5 metros a la vez que se le habla de él. 3. Visualiza al perro a una distancia de 1-2 metros y se le sigue hablando de él. 4. Intentamos que acaricie al perro, teniendo al perro calmado y controlado. 5….

Esta lista debes configurarla tu en función de vuestras circunstancias. Una vez hecha debes tener siempre en cuenta varias cosas: debes aplicar cada nivel de la escala solo cuando el niño esté completamente relajado (ayúdate de su muñeco preferido, recién levantado de la cama, con su música favorita…); aplica los niveles espaciados en el tiempo, date al menos un día entre uno y otro; sigue el ritmo que te marque el niño, puede ser que tengas que retroceder en la escala o bien avanzar más rápido; solo debes pasar al siguiente nivel cuando tenga completamente superado el anterior y cuando lo haya hecho completamente relajado, debes estar en cada nivel tanto tiempo como sea necesario para que el niño esté relajado en esa situación, en ocasiones deberás repetir un nivel tantas veces haga falta antes de pasar la siguiente.

Esta técnica se lleva utilizando mucho tiempo y con mucho éxito en el caso de las fobias. Aplícala y si quieres me vas contando el resultado. Puedes volver a escribirme a la sección y plantearme las dudas que te surjan. Recuerda que la mejor manera de acabar con una fobia es exponerte al objeto de la misma y hacer que disminuya la ansiedad asociada a esa situación, con el fin de asociar un estado de relajación con ese objeto fóbico. Implica a toda la familia en este tema para que todos colaboren por igual.

Temporalmente nuestra sección “Tu Psicólogo Responde” no va a seguir funcionando, por lo que os pedimos que no hagáis nuevas consultas. No obstante podéis revisar los artículos de las semanas anteriores por si alguna de los anteriores consejos puede resolver vuestras dudas.