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Tu Psicólogo Responde: Semana 8

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Estoy divorciada desde hace 3 años, mi hijo de 11 años, quién siempre ha sido muy apegado a mí, siendo un niño socialmente muy adaptable e independiente, no quiere dejar de dormir conmigo. Tengo una pareja nueva y cuando él viene a casa es un verdadero drama para mí, pues entre ambos me ponen entre la espada y la pared. Mi hijo quiere dormir conmigo a pesar de la presencia de mi pareja y si no le doy en el gusto prefiere irse con su padre, quién a su vez, creo que disfruta con la situación  y la incentiva. Por otra parte mi pareja no cede en nada.
¿Qué puedo hacer? Sé que mi hijo no está en edad de dormir conmigo, ¿cómo hago para que deje de hacerlo sin herir sus sentimientos?. Amo a mi hijo y no quiero hacerle daño. Patricia.

Buenos días Patricia. Con respecto a lo que nos comentas, te diré que por lo que parece, tu hijo puede estar teniendo algún temor o miedo a ser desplazado por la nueva persona que hay en tu vida. En este tipo de casos, y con la edad que ya tiene tu hijo, lo mejor que puedes hacer es sentarte a hablar con él y preguntarle por sus temores cuando no duermes con él y quieres dormir con tu pareja, o por los miedos que tu nueva relación pueden ocasionarle.

Debes hablar con él como si fuera un adulto, déjale que se exprese y que te cuente sus sentimientos. Muchas veces con esto vale, ya que en cuanto lo verbaliza puede darse cuenta de que esos temores no son fundados. No le restes importancia a sus miedos, esto es muy importante, ya que para ti puede que no lo sean, pero sí para él. Evita la frase “si no pasa nada”, porque a él si le pasa.

Lo más normal como te digo, es que tenga temor a ser desplazado por tu nueva pareja. Hay que darle tiempo para que se adapte a la nueva situación y tu pareja debe ser comprensiva con ello. Trata de sacar más tiempo para pasarlo con él o que al menos éste sea de calidad y explícale que el hecho de rehacer tu vida, no influye en tu amor y dedicación hacia él. Explícale también, que es importante para ti comenzar una nueva relación y dormir con tu pareja.

Como te digo, es probable que necesite tiempo para hacerse al cambio de situación. Desde luego si sospechas que su padre está en contra o puede estar influyendo en su postura, lo mejor que puedes hacer es hablar con su padre también. Debes hacerle comprender que el único que sale perdiendo de todo esto es el niño, ni tú ni tu nueva pareja. Lo que provoca en él es confusión y sentimientos inadecuados hacia alguien que merece una oportunidad, y hacia ti. No inicies una guerra en la que solo habrá perdedores.

Dale tiempo y prueba a hacer un cambio gradual del hecho de dormir con él. Convéncelos para que algunos días que esté tu pareja duermas con tu hijo y otros con la pareja. Dales tiempo también para que se acostumbren el uno al otro. Todo volverá a su cauce. Tiempo, paciencia y escucha, la combinación adecuada.

 

Hola, mi hijo de seis años es tímido en exceso desde pequeño, hay veces que no sé qué hacer y me surgen muchas dudas sobre si estoy haciendo lo correcto o no. Ayer tuvimos un episodio de esos que yo digo que son a causa de su timidez y su dificultad para relacionarse, inexplicable en cualquier niño de su edad, le habíamos apuntado a una actividad navideña con juegos, coches, carreras, con otros niños y fue imposible hacerle entrar, empezó a llorar y se negó a entrar, nadie comprendía lo que le pasaba, se supone que a eso van o tú les llevas para que disfruten no para hacerles pasar un mal rato, no sé qué hacer, me siento frustrada como madre, qué he hecho mal, cómo debo actuar. Gracias (Elena).

Hola Elena, lo primero agradecerte la confianza en nosotros y lo segundo recomendarte que te subscribas a nuestro boletín quincenal de noticias, si no lo estás ya, en el que os enviamos un resumen de los principales artículos y noticias publicados en cometelasopa durante esa quincena. Vamos a tratar de responderte la pregunta.

La timidez, aunque se manifiesta en el exterior, es un rasgo “interiorizado” de las personas, en contra de otros “exteriorizados” como son la impulsividad y la agresividad. Quiero de decir con esto, que suele llamar menos la atención o bien se le suele dar menos importancia, aunque no por parte de los más cercanos a la persona tímida, como es vuestro caso. Pero por desgracia, sí puede llegar a ser un problema serio si no se ataja a tiempo. Hoy en día más que nunca, las habilidades sociales son una herramienta imprescindible para movernos en el ámbito social, para tener unas relaciones sociales adecuadas, en la mayoría de nuestros trabajos, etc. Vamos primero a intentar dejar una serie de cuestiones claras que son muy importantes:

- Lo primero que debes tener en cuenta es no preguntarte si estás haciendo o no lo correcto, si no si lo estáis haciendo todos, es decir, no es solamente un problema tuyo, si de verdad le quieres dar solución o tratar de mejorarlo, es involucrar al padre, hermanos, tíos, abuelos, demás familia, amigos… Aunque y fijándose en diversos estudios sobre la timidez infantil, la madre y su relación con el hijo tienen mucho peso en la timidez o en la apertura social del niño. Pero por lo que nos cuentas, tu estás haciendo lo correcto ofreciendo a tu hijo posibilidades de relacionarse socialmente.

- Lo segundo que debes tener en cuenta, es que no es un problema tan infrecuente en los niños, hay muchos otros niños que lo tienen, unos lo manifiestan en mayor medida y otros en menor.

- La tercera cuestión que debes tener en cuenta es que la timidez no es una “condena eterna”. Los estudios han revelado que es un rasgo que sí es modificable, con el paso del tiempo y por repetidas exposiciones a diversas situaciones sociales de forma natural, o bien a través de un entrenamiento más específico.

- La cuarta cuestión es que la timidez, como muchas cosas en esta vida, no es cuestión de extremos, sino que tiene una gradación. Tu hijo puede ser más o menos tímido que otros, y manifestar más su timidez en determinadas situaciones más que en otras.

En las situaciones como la que cuentas en las que tu hijo tiene un ataque de timidez, puede deberse a distintas causas. Lo más normal es que tu hijo piense por alguna razón, que a donde le lleváis puede suponer una amenaza para él. Simplemente porque desconoce lo que va a hacer o quien va  a estar, o por miedo al ridículo y la vergüenza. El perfeccionismo y el miedo a cometer errores también pueden contribuir a la timidez infantil. Y por último, otra causa frecuente es que tenga una baja autoestima.

Lo primero que debes hacer es intentar averiguar la causa que le hace comportarse de esa forma en esas situaciones, y que te repito, no tiene porque ser la misma en todas las ocasiones en las que se dé la conducta. Una vez hecho, que nos es poco, los consejos para trabajar con él pueden ser los siguientes:

- Primero, tanto él, como todos (y digo todos) los que le rodeáis, debéis ser conscientes de que es tímido, que esto no ayuda a relacionarse con los demás y que es un inconveniente que debe trabajarse, pero no es una enfermedad contagiosa, ni nada que se deba ridiculizar, o reirse de ello, tampoco debe hacerse un drama de esta condición, ni si quiera en esos ataques de timidez extrema que nos comentas.

- Debéis fomentar su autoconfianza, para ello uno de los requisitos importantes es ayudarle a expresar sus emociones en esos momentos y en otros cualquiera. Si está enfadado, triste, alegre, serio, retraído, preguntarle y tener paciencia escuchándole. Nunca uséis la frase “eso no importa hijo” o similares, porque sus problemas sí son importantes para él, no les restéis importancia. Tan sencillo como usar un poco de empatía, poneros en su situación y mirar con sus ojos para comprender lo que le pasa o lo que piensa.

- Seguir fomentando las situaciones sociales para él. No le obliguéis a nada que no quiera, pero ofrecerle esas posibilidades. Nunca llevéis al extremo esas situaciones. Preguntadle, que os explique y otra vez lo conseguiréis. No perdáis la calma (aunque hayáis pagado por la actividad, valorad que ese dinero es menos importante que el bienestar de vuestro hijo), que no haya gritos, amenazas, malas caras, malas palabras, todo eso fomenta el miedo a esas situaciones la próxima vez que vuestro hijo se enfrente a ellas, estará esperando que si no se atreve recibirá esos gritos, esas malas caras y palabras, y esa presión es enorme para vuestro hijo de 6 años.

- Los pequeños gestos de cada día son importantísimos. Procurad que pida el pan en la panadería el fin de semana, que conteste alguna vez al teléfono de casa, seguid apuntándole a actividades, si puede ser en un principio en las que podáis participar vosotros también y luego gradualmente le suprimís vuestra presencia. Todas la situaciones sociales complicadas para él, debéis graduárselas en función de su dificultad. Que vaya de menos a más, que las vaya haciendo y superando poco a poco, no hay prisa.

- Tended a utilizar el refuerzo cada vez que haga algo bien. En muchas ocasiones es mucho mejor una buenas palabras de aprobación de sus padres, que regalarle la consola de moda. Haceros asiduos de buenas palabras, con 6 años debéis entender que seguís siendo sus modelos principales, y que no os quedan muchos años de seguir siéndolo, aprovechadlo para influir en él.

- Es fundamental también enseñarle lo que es la asertividad. Debéis enseñarle a decir que no cuando no quiera algo. No debe decir que sí a todo para intentar agradar a los demás. Aprender esto también influirá en su autoconfianza.

- Por último, enseñarle lo bueno que el tiene, haced hincapié en ello, resaltar sus cualidades sin dejar de trabajar en su sociabilidad. No debe ni debéis nunca infravalorarle por su timidez, ni tampoco debe creer que los demás son mejores que él, no es una competición, él es especial y tiene sus puntos fuertes y débiles, como todos. La baja autoestima es un hervidero de muchos posibles problemas en el futuro de un niño.

Un último consejo. No os rindáis nunca en trabajar esta cuestión. No perdáis la paciencia con él ni en esas situaciones complicadas, no alcéis la voz ni pongáis malas caras y usad el refuerzo. Con estos pequeños detalles (aunque no tan fáciles de cumplir por todos los que le rodean) ya tendréis la mitad del trabajo hecho. Se me olvidaba añadir que, si tiene hermanos, primos o amigos, NUNCA LO COMPARÉIS, ni en ese aspecto ni en ningún otro. Todos tenemos nuestros puntos en contra y a favor, no se trata de competir.

Espero que todos estos consejos te sirvan, ahora lo difícil es llevarlo a cabo. Si tenéis cualquier otra duda no dudes en escribirnos o para comentarnos que tal sigue la timidez de tu hijo. Un saludo.

 

Hola buenas tardes, tengo un problema con mi hijo de 9 años el cual ya no encuentro como hablar con él todo, él se ha vuelto muy agresivo, tiene un hermano de 4 años al cual golpea, agrede físicamente y verbalmente. Una ocasión me gritó que está harto de mí, que me muriera. Yo lo ignoré pero desde ese día el niño no coopera en la casa, le mando hacer algo y me ignora o de plano me dice que no lo va a hacer, que siempre que le pido algo lo hago enojar, que lo deje en paz… Incluso en la escuela ya en una ocasión todos sus amigos le dejaron de hablar por lo mismo, los agrede e insulta, cuando tenemos que hacer tareas llora porque no lo quiere hacer, con su hermano todo el día se pelea, si están sentados viendo tv y por accidente el pequeño lo llega a pisar, mover o incluso abrazar, el reacciona muy agresivo e inmediatamente se levanta con el puño cerrado a querer pegarle. La verdad, ya no sé cómo explicarle que eso está mal, hablo con él pero me dice que no le importa. Quisiera que ustedes me ayudaran, por favor, he buscado psicólogos, pero la verdad soy de escasos recursos y las terapias son muy caras. Beatriz.

Hola Beatriz. Recientemente tuve una consulta similar a la tuya que expuse, con su respuesta, en Tu Psicólogo Responde Semana 7, y cuyas ideas principales te voy a comentar.

Lo primero y más importante es tener en cuenta si ha tenido un inicio o una causa determinada. Piensa si el comienzo de esos comportamientos puede haber estado relacionado con algún cambio o algún comportamiento importante en la vida de tu hijo. No es infrecuente que se dé el famoso síndrome del príncipe destronado. Nace el hermano, y al cabo de un tiempo, se da cuenta que recibe menos atención que la que tenía. Esto puede conllevar muchos cambios en su conducta, entre ellos puede incluirse la agresividad. Si averiguas la causa, estará hecha la mitad de la intervención.

Una vez hecho esto, algunas recomendaciones útiles son las siguientes:

-     Lo primero que debe establecerse en casa, es un conjunto de reglas-normas, bien visibles para el niño, y sus consecuencias, tanto de incumplirlas como de cumplirlas (no todo debe ser negativo). A veces una falta de límites o unos límites difusos, pueden contribuir a la aparición de conductas inadecuadas.

-      No debe haber ningún tipo de fisura en la forma de actuar entre la madre y el padre (o las personas al cargo del niño), deben actuar bajo las mismas pautas y de las mismas formas, que hablen entre ellos a diario.

-      Todas aquellas faltas de respeto por su parte o incumplimiento de las normas establecidas deben de tener sus consecuencias. No hay que ser agresivo con él, todo en un tono natural pero contundente.

-      Para aquellas situaciones en las que se vuelva agresivo lo mejor es la técnica del “tiempo fuera”. Que le saquen de esa situación y que le lleven a otra completamente distinta en la que se pase el tiempo justo para reducir esa agresividad.

-     Otra técnica que puede ser útil es el uso del “coste de respuesta”, es decir, retirarle algún refuerzo cuando realice las conductas agresivas. No tienen por qué ser materiales, pueden ser algún tipo de privilegios como ver la tv o jugar a los videojuegos.

-      Es adecuado estudiar si existen estímulos determinados que desencadenen dichas conductas, con el fin de eliminarlos o modificarlos.

-      Igualmente observar si la conducta pudiera estar manteniéndose por alguna consecuencia posterior a la misma. Me explico, en ocasiones, hay conducta que mantenemos por el refuerzo que reciben las mismas. Puede ocurrir que tu hijo esté manteniendo dichas conductas por la atención posterior que recibe. Está claro que determinadas conductas no pueden ser ignoradas y debemos reprenderlas. Pero todas aquellas que sí lo puedan ser, deben de ignorarse, no lo prestéis atención, para que vayan extinguiéndose poco a poco.

-      Nunca utilicéis la agresividad vosotros con él, nunca. Si no aprenderá que es una forma útil de resolver determinadas situaciones. Ni violencia, ni gritos, ni malas caras… mucha paciencia y mucha calma.

-      El castigo como tal debe ser lo último a utilizar y se deben tener en cuenta una serie de consideraciones:

1. Debe utilizarse de manera racional y sistemática. No puede depender de vuestro estado de ánimo, sino de la conducta del niño.

2. Al aplicar el castigo sin gritos o regañando, porque puede creer que nuestra actitud es vengativa y con frecuencia esto reforzará las conductas del niño.

3. No debemos aceptar excusas o promesas por parte del niño.

4. Hay que dar al niño una advertencia o señal antes de que se le aplique el castigo.

5. Hay que combinar el castigo con el refuerzo de conductas alternativas que ayudarán al niño a distinguir las conductas adecuadas ante la situación conflictiva.

Tras todos estos consejos te resumo a continuación en qué puede consistir un plan de actuación por vuestra parte:

  1. Definir bien la conducta agresiva de vuestro hijo. Apuntadlo en cuaderno, pega a su hermano, pega a sus amigos, grita, se niega a colaborar… Estas conductas se anotan en una tabla, y se convierten en las conductas objetivo que debéis de modificar.
  2. En la misma tabla anotad la frecuencia con que cada conducta ocurre.
  3. Anotad también los antecedentes que creéis que las causan y los posibles reforzadores que obtiene con ellas.
  4. Ahora establecimos el objetivo de vuestra intervención, que será doble siempre, debilitar las conductas agresivas hasta que desaparezcan y potenciar respuestas adecuadas a esas situaciones por parte de vuestro hijo.
  5. Intervención:

- Establecer como os he comentado, normas y consecuencias de su cumplimiento y de su incumplimiento, visibles en casa, pero aplicables a todos los distintos ámbitos en los que tu hijo se desenvuelve (colegio, actividades, reuniones familiares…)

- Si habéis hallado antecedentes de las conductas (estímulos que pueden desencadenarlas), suprimirlos y/o modificarlos por otros. Ej.: tu hijo pega a su hermano cuando le molesta si no hay nadie presente, entonces siempre debe haber alguien presente. O si es cuando está viendo la tv, entonces se elimina la tv.

- Eliminar todos los posibles modelos agresivos para vuestro hijo, dibujos o tv, otros niños o amigos, vuestras acciones…

- Enséñale a tu hijo cuáles son las conductas adecuadas para esas situaciones en las que se muestra agresivo, y refuérzale todo aquello que se acerque a dichas alternativas adecuadas.

- Cuando aparezcan las conductas agresivas utiliza las técnicas que te he comentado, “tiempo fuera”, “coste de respuesta”.

- También existe lo que se llama “Contrato de contingencias” que tiene como finalidad comprometer al niño en el proyecto de modificación de conducta. Es un escrito entre padres e hijo en el que se indica qué conductas el niño deberá emitir ante las próximas situaciones conflictivas y que percibirá por el adulto a cambio. Asimismo se indica qué coste tendrá la emisión de la conducta agresiva. El contrato deberá negociarse con el niño y revisarlo cada X tiempo y debe estar bien a la vista del niño. Tenemos que registrar a diario el nivel de comportamiento del niño (como hacíamos con la enuresis) porque la mera señal del registro ya actúa como reforzador. Esto es adecuado para niños a partir de 9 años.

6. Poner en marcha toda la intervención e ir revisando sus resultados cada cierto tiempo que establezcáis.

Espero que os sirvan esta indicaciones, si queréis podéis ir comentándome los progresos, o si existe algún problema, o si no avanza, y vamos modificando el plan a medida que lo vayáis implantando. Ya me contaréis.

Temporalmente nuestra sección “Tu Psicólogo Responde” no va a seguir funcionando, por lo que os pedimos que no hagáis nuevas consultas. No obstante podéis revisar los artículos de las semanas anteriores por si alguna de los anteriores consejos puede resolver vuestras dudas.

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Psicólogo y enfermero, con la especialidad de enfermería del trabajo, es además técnico superior en prevención de riesgos laborales con las especialidades de higiene industrial y ergonomía. Padre de dos niñas maravillosas, que ocupan la totalidad de su tiempo libre. Tengo otra página web que te invito a que conozcas, con gran cantidad de temas relacionados con el mundo de la Psicología. www.psicoglobalia.com

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