Foto lactancia Shutterstock
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A día de hoy existen muchos métodos anticonceptivos, tanto hormonales como no hormonales, que ayudan a la mujer a prevenir los embarazos no deseados. Sin embargo, no todos ellos son recomendables para según que momentos o para todas las mujeres por igual. Algunos de los tipos no son adecuados en ciertas ocasiones por la incompatibilidad con alergias, o pueden estar diseñados para casos concretos como el periodo de lactancia, en el cual las leche materna puede traspasar al bebé algunos compuestos químicos nocivos si se consumen medicamentos durante esta etapa.
Una alternativa para la píldora combinada
Dentro de la gama de anticonceptivos hormonales en pastillas existen las denominadas píldoras combinadas. Estas tienen una composición de dos hormonas: la progesterona y el estrógeno. Sin embargo, su uso en mujeres que acaban de dar a luz no es recomendable. Para aquellas que se encuentran amamantando a sus hijos y quieren replantearse qué método les conviene después de parir, la minipíldora supone una alternativa eficaz y segura para evitar quedar de nuevo embarazada.
Durante etapa del pueperio, aquella que tiene lugar unas 6/8 semanas después del parto, tiene lugar la amenorrea o falta de menstruación. En este tiempo, que puede oscilar entre los 2 y 3 meses, al retomar las relaciones sexuales es posible quedar de nuevo encinta si no se toman precauciones. Es por ello que se recomienda volver a usar anticonceptivos como barrera o bien tomar la minipíldora.
La minipíldora es un anticonceptivo ideal para las mujeres que se encuentran en el momento anteriormente descrito. Está compuesto únicamente por progesterona, la cual en ningún caso disminuye la cantidad de leche producida por las mamas (el estrógeno sí la reduce), ni perjudica su composición natural para pueda ser administrada al bebé. Igualmente, esta pastilla tiene el beneficio extra de no coagular la sangre, por lo cual el riesgo de sufrir una flebitis posparto es mínimo.
Para aquellas mujeres que sufren diabetes, tienen la tensión arterial alta y son fumadoras, la minipíldora es igualmente un método anticonceptivo perfecto, y más para las que tienen alguna intolerancia a la toma de estrógenos, hormona que sí está presente en los comprimidos combinados con la progesterona. Tras varios estudios realizados, se ha demostrado que la minopíldora tiene un bajo riesgo de efectos secundarios. Y los que se dan no presentan peligro alguno, ya que son de carácter leve: irritabilidad, sensibilidad en las mamas o ansiedad. Además, estos suelen desaparecer una vez que el organismo se ha acostumbrado a la toma de este tipo de fármacos.
¿Cómo funciona?
La minipíldora cuenta con un 99% de eficacia frente a la concepción. Actúa incrementando la producción de mucosidad en el cuello uterino (o cérvix). Éste, al aumentar su espesor, impide la entrada de las células reproductivas masculinas (espermatozoides) en el útero. Igualmente, es la responsable de que el recubrimiento del útero sea más ligero y con ello menos adecuado para albergar y fertilizar el óvulo.
La principal diferencia entre la píldora de progesterona sola y otros medios anticonceptivos como el anillo vaginal o el parche es que no impide la ovulación. La mujer que decida tomar la minipíldora mantendrá el periodo de manera regular y no el falso sangrado que provoca el uso de los otros tipos de anticonceptivos hormonales combinados.